Gradas а ¿a acción benévola de.1 vltnto, el hombre. -
ha podido desplazarse, por los ocíanos, también molzr
Sus
granos, bombear agua de las profundidades y has–
ta generar electricidad sin dañar el medio ambiente.
En China y Persla {SOO A.C.) se encontraron las pri–
meras evidencias del
uso
de los molinos de viento; -
posteriormente en Inglaterra {1700 V.C.] aparecen y
su uso
se
extiende por casi todo el continente Euro–
peo, lográndose notables avances y beneficios para -
el hombre.
Ves graciadamente surge la Revolución Industrial de -
mitad del siglo KVJJÍ y se detienen los avances lo~~
•grados hasta ese momento, cuando todo hada suponer
que se obtendría un partido fabuloso del aprovecha--
miento de tas fuentes de energía naturales renova
bles. Surge también el \j'u^..^dplo del deterioro de
nuestro medio ambiente con la contaminación en el --
aire, el agua y la tierra.
En las acciones de la arquitectura y el urbanismo se
han venido manejando criterios de diseño que no sa--
tlsfacen la premisa fundamental del habitat del hom–
bre••Proporcionar condiciones habitables, saludables
y confortables para el usuario, protegiéndolo de las
condiciones adversas del medio ambiente circundante.