BIBLIOGRAFÍA COMENTADA
S e
recomienda el texto de Hans Kelsen
Esencia y valor de la de
mocracia
(Barcelona, Labor,1934) porque el autor es uno de los
estudiosos del Derecho más connotados del siglo xx. Como teórico
político fue de los primeros que dirigió su crítica a los principales
pensadores de la teoría política: Marx, Engels, Lenin, Max Adler,
Otto Bauer, etc., у a los teóricos del Derecho soviético: Stucka,
Pashukanis у otros. Sus numerosas obras no
se
constriñen al campo
del Derecho, sino que abarcan también la teoría política; las
primeras giran en torno a la elaboración
de
la teoría pura del
Derecho desligada de toda contaminación política, religiosa o
ideológica.
En su Ubro
Esencia y valor de la democracia
(1920), podemos
leer parte de la contribución de Kelsen a la elaboración teórica de
la democracia liberal, construida en la primacía de la libertad sobre
la igualdad. En el capítulo I, sobre la libertad, encontramos ios
planteamientos filosóficos kantianos a partir de los cuales el autor
hace una clara distinción entre el mundo humano-social y el reino
natural y, por lo tanto, entre ciencia de la sociedad y ciencias natu–
rales. Analiza la transformación del concepto de libertad que él
concibe en tres estadios o etapas.
En el capítulo II, Kelsen distingue dos conceptos de pueblo:
el primero es un concepto psicológico que abarca a todos los seres
sin contar diferencias nacionales, religiosas o económicas, y
representa más bien una aglomeración de grupos que una masa
compacta de naturaleza homogénea. En un segundo sentido, la
unidad del pueblo es sólo una realidad jurídica, "un sistema de
actos individuales regidos por ia ordenación jurídica del Estado"
(p. 31). Esto es importante porque lleva a afirmar a Kelsen que el
pueblo en sentido estricto es sólo el titular de derechos políticos,
señalando que entre los que tienen derechos políticos y los que en
realidad ejercen sus derechos políticos hay una gran diferencia.
Al respecto plantea Kelsen que la democracia moderna
descansa sobre los partidos políticos, cuya signiñcación crece con
el fortalecimiento progresivo del principio democrático.
Paul Mattick en su libro
Los límites de la economía mixta
(Era,
México, 1975} analiza el planteamiento teórico manejado por
Keynes para hacer frente a la crisis de 1929, señalando que la
participación del Estado para regular la economía era indispensa–
ble a fin de evitar las crisis.
Así, esta participación se haría presente en el control del
sistema monetario ya que éste permitiría vigilar más de cerca la
tasa de interés, es decir que Keynes consideraba que todos los
problemas económicos podían ser resueltos a través de medios
monetarios.
Mattick rescata ios planteamientos básicos de controversia
que Keynes tiene con algunos teóricos tradicionales respecto al
control del sistema monetario, donde consideraba que éste se había
convenido básicamente en un control del crédito a través de la
tasa de interés, donde la excesiva inflación o deflación se le podía
atribuir a la diferencia entre el ahorro y la inversión. Otros elemen–
tos no tomados en cuenta en la teoría tradicional eran: el desempleo,
el salario, el consumo, la demanda efectiva y la liquidez. Afirma
el autor que "la crisis ocurre... porque de repente surgen dudas en
relación a la confianza que puede tenerse en el rendimiento proba–
ble y una vez que aparece, la duda se extiende rápidamente"