Soluciones alternativas para la preservaciólI
pérdidas de calor debidas a fugas o infiltraciones
de aire.
Estas estrategias deben utilizarse para cual–
quier rango de humedad y cuando la temperatu–
ra esté por debajo de los 20°C. Debajo de 10°C los
sistemas de calentamiento pasivo pierden efecti–
vidad, por lo que deberán complementarse con
sistemas activos o de calentamiento convencio–
nal, o híbridos.
Zona de confort.
El control de las ganancias
solares es la estrategia aplicable a esta zona (som–
breado), pues de no controlarse, el espacio inte–
rior puede sobrecalentarse.
De
hecho, para cual–
quier zona arriba de los 20°C de
TBS,
debe
evitarse
la ganancia de calor solar directo.
Esta zona está definida originalmente entre
20°C de
TBS
y 25.5°C de TE con una presión de
valor superior a 5 mm Hg y una humedad rela–
tiva inferior a 80 por ciento.
Zona
de
DelltilaciólInatura!.
La
efectividad de la
ventilación considera varios factores. Primero,
que la temperatura del aire y la presión de
vapor
son iguales en el exterior y el interior; también se
asume que la
temperatllra radimzte media
interior
y la temperatura del ai re son iguales o muy
similares y que el límite de la velocidad del aire
es de 1.5
m /seg.
Esta zona está limitada entre
20°C
y
32°C de TBS, con lffia humedad relativa
entre 20 y 100%, una presión de vapor superior
a los 5 mm Hg
y
una densidad del aire límite de
1.1277 kg/m
3 .
Esta zona de ventilación incluye a la zona de
confort, puesto que esta estra tegia deberá utili–
zarse para controlar posibles sobrecalentamien–
tos ocasionales.
Zona de masa térmica.
Los límites propuestos
para el control de la temperatura a través de la
masa asumen que la envoltura exterior es lo
suficientemente masiva para amortiguar las os–
cilaciones d iarias de temperatura y que la cons–
trucción está cerrada durante el día, con el fin de
evitar la entrada de aire caliente. Con la segunda
suposición se limita la presión de vapor a 17.0
mm Hg, ya que este valor es la humedad máxima
permisible en la cual una persona se siente con–
fortable en ausencia de movimiento de aire. El
límite inferior de la zona es de 5mm Hg, mientras
que el límite superior de temperatura se da cuan-
do la densidad del aire es de 1.1325 kg/m
3 .
El
límite inferior es de 20°C.
Zona de enfriamiento evaporativo.
El proceso de
enfriamiento evaporativo consiste en incremen–
tar el contenido de agua del aire a través de la
vaporización. En el
cambio de fase del agua líquida
en vapor se absorbe calor sensible del aire (600
cal! g) y se transforma en
latente.
Por lo tanto, la
entalpía del sistema se mantiene constante; en
otras pa labras, la
energía total
(la suma de calor
latente
y
sensible) no se altera. De esta forma, la
tempera tura de bulbo húmedo también penna–
nece constante, por lo que uno de los límites de
esta estrategia es la máxima temperatura de
bul~
bo húmedo aceptable en lo que respecta al con–
fort, que es de 22°C. Los límites de
TBS
van desde
20
0
e
hasta 40
0
e
TBS,
con tffia presión de vapor
comprendida entre 5
y
17 mm Hg.
ZOl/a de acondiciollamiento artificial.
Esta zona
está comprendida en todas las áreas de la carta
psicrométrica que se encuentran fuera de las
zonas de estrategias definidas anteriormente.
Las zonas descritas presentan algunas ligeras
variantes, dependiendo de los autores.
En el caso de la ciudad de México el compor–
tamiento higrotérmico se da de la siguiente ma–
nera. Tan sólo 0.6% se encuentra en la zona de
ventilación por arriba de la zona de confort;
24.9% se encuentra dentro de la zona
de
confort
y
74.5% se encuentra dentro de la zona de calen–
tamiento.
Los datos obtenidos en
el diagrama biocfimático
y el
diagrama psicrométrico
coinciden en que la
principal estrategia para la ciudad de México es
el
calClZtnmiel1to solar pasivo,
el
eOlllrol solar
y
el
l/SO
de la ventilación
en las pocas ocasiones donde se
presenta sobrecalentamiento.
El calentamiento se puede satisfacer a través
de radiación (solar) entre 280
y
490 W
1m
2 .
La
ventilación máxima se satisface con una veloci–
dad de 0.35
m/seg.
Diagroma dearropamiento.
Además de las estra–
tegias bioclimáticas arquitectónicas se pueden
incluir otros mecanismos de acondicionamiento
térmico, uno de ellos es el arropamiento.
Junto con el diagrama psicrométrico se mues–
tran zonas de distintos grados de arropamiento.
En la figura V.8 se muestra que para la ciudad de
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