ra medir (con arreglo a los valores de producción) las re–
laciones más o menos independientes de estos, con el
resto de las actividades productivas (Cuadro IX). £1 cri–
terio adoptado fue considerar que un bloque que efec–
tuaba entre el 7 5% y el 100% de las compras y ventas
entre las actividades que lo conforman, es un bloque
cerrado. Ello es así en la medida en que los encadena–
mientos hacia atrás y adelante tienen un vínculo nulo
(en el caso límite del 100%) o escaso con los otros
complejos. Cuando las compras o ventas al interior se
encuentran en el rango del 74.99% al 50% en encadena–
miento hacía atrás o adelante es semicerrado, entre el
49.99% y el 25% semiabierto y menos del 25% abierto.
A partir de allí surgen una gama de posibilidades que
definen el tipo de complejo. El caso más frecuente es el
de bloques cerrados en ambos sentidos. Sin embargo,
como ya se manifestó en el análisis del grado de auto–
nomía por problemas de agregación o por bajo grado de
integración nacional (complejos cuyo origen se en–
cuentra en otro país), se ubican encadenamientos hacia
atrás semicerrados o semiabiertos. Esto mismo sucede
con los insumos difundidos cuya variedad de destinos
intermedios vincula vía insumos toda la actividad pro–
ductiva. El conjunto de eslabones abiertos en ambos
sentidos es vacío por los principios que presuponen la
configuración de los bloques.
Las matrices de insumo-producto de cada complejo,
pueden,como ya se indicó relacionarse entre sí a través de
un a "ma t r í z d ema t r i c e s " . Esto es, una relación lógica
entre las actividades económicas a partir de bloques o
complejos correspondientes a actividades que están más
estrechamente vinculadas entre sí Que con el resto de las
actividades económicas.