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àrea se encuentra en transición, dejando de ser una zona industrial sin que se haya consolidado aún totalmen–
te su función habitacional y de servicios (porcentaje importante de terrenos baldíos). A l poniente de la colo–
nia Tránsito y en el área colindante con la calzada San Antonio Abad, existe una concentración de industrias
textiles y maquiladoras (fuertemente dañadas por los sismos de 198S). En toda esta parte, es notable la
importancia relativa de usos que ocupan terrenos grandes tales como fábricas, bodegas, talleres automotrices.
Una segunda área, al sur y al este de la zona, se urbanizó posteriormente (l'XíO-lQóO) y tiene un uso del
suelo predominantemente habitacional; colonias Algarin, Vista Alegre, Asturias, Sevilla, El Parque, 24 dc
Abril y Alvaro Obregón, La colonia Jamaica es un área específica, dominada por la actividad comercial
ligada al mercado del mismo nombre (dañado por los sismos y cuyo tra.slado hacia la nueva Central de
Abastos, está previsto).
La colonia Magdalena Mbchuca, en fin, se organiza en torno a un asentamiento prehistórico y eslá domi–
nado por la existencia de una extensa "ciudad perdida", hoy en proceso de integración a la "ciudad formal".
En su conjunto, la zona consliluyc el último eslabón del antiguo eje del comercio del abasto (en relación con
el antiguo canal de La Viga): La Merced Sonora-La Viga-Jamaica.
Vialidad, equipamienlo v medio ambiente
En este aspecto, también, la zona presenta la dualidad de situaciones anteriormente señaladas. A l sur y,
sobre lodo, al oriente, existen colonias con amplias zonas de esparcimiento (parque en ia colonia Vista Ale–
gre), campas deportivos y el Jardín Balbuena al oriente. Las colonias localizadas al sur de la zona, destacan
por la arborización dc sus calles.
El segundo tipo de colonias se caraclerizan por una mayor incidencia negativa del tráfico vehicular, aun–
que la creación dc unu segunda línea del mciro ha aligerado considerablemente conflictos viales en algunas
zonas. Las colonias populares (Tránsito, Esperanza, Jamaica, Magdalena Mixhuca, etc.), padecen un impor–
tante déficit en equipamiento recreativo y de esparcimiento, así como condiciones medio ambientales más
críticas, por el uso compartido de la vivienda con industrias no siempre compatibles con ese uso.