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se encuentra el acceso y la atalaya, que servía en su
primer nivel como cuartel y en la parte superior como
vigía. El acceso entre las dos partes se realizaba a
través de una rampa. La parte terraplenada, donde
se ubican los cañones, es de mampostería, y en sus
partes laterales está reforzada con estacas para im-
pedir la escalada. El resto del perímetro es de muros
combinados de mampostería, con una altura de 2
varas mexicanas, y de estacas; encima de la piedra
tenía una empalizada de 1
1
/
2
varas de altura. De esta
manera, la altura total del perímetro era de 3
1
/
2
varas
mexicanas (aproximadamente 2.90 m). Es probable
que la Batería de Guerrero haya perdurado hasta el
siglo xx, y demolida al ir creciendo la ciudad.
Hoy la Isla de Tris sigue jugando un papel es-
tratégico, por la riqueza de la región en recursos na-
turales. Ahora ya no por el Palo de Campeche o las
maderas preciosas, sino por el petróleo, cuya explo-
tación reditúa enormes beneficios económicos. Las
infraestructuras ahora son puentes y aeropuertos.
Los cuarteles no requieren defensas perimetrales y
las armas son bastante más sofisticadas.
Proyectos y construcciones militares en
Salamanca de Bacalar y la ribera del Río Hondo
La conquista de Yucatán se completó en 1546. Sin
embargo, los procesos de colonización no fueron
sencillos, particularmente en las costas orientales,
en los señoríos prehispánicos de Ekab, Uaymil y
Chactemal, una zona históricamente despoblada
por la gran extensión de áreas pantanosas con que
cuentan, y distantes de las principales rutas maríti-
mas y terrestres.
Gaspar Pacheco, Melchor Pacheco y Alonso
López Zarco fueron los encargados de realizar las
campañas militares en las jurisdicciones de Uaymil
y Chactemal, y en 1544 correspondió a Melchor Pa-
checo fundar la actual población, dándole el nombre
de Salamanca de Bacalar.
61
La subordinación a la Corona española no fue
aceptada por igual entre todos los pueblos mayas,
especialmente en el oriente de la Península. La re-
sistencia maya se expresó de distintas maneras, a lo
largo de todo el periodo colonial, y Salamanca de Ba-
calar fue testigo de ello. La hostilidad de los mayas, la
lejanía con la capital provincial, Mérida y las escasas
comunicaciones, hicieron difícil su poblamiento.
A principios del siglo
xvii
, Bacalar era el asenta-
miento más importante de la costa oriental, lugar de
paso, terrestre y marítimo, hacia Guatemala y Hondu-
ras, pero contaba solamente con una treintena de habi-
tantes. Ya en ese entonces, la presencia de bucaneros
ingleses era frecuente, fundamentalmente debido a la
escasa defensa por parte de los españoles, así como
a la ausencia de población. Las desembocaduras de
los ríos Hondo, Nuevo, Walix y Sarstún, alejadas de
todo, en la parte occidental del Mar Caribe, de difícil
navegación, se convertían en territorio de nadie, con-
dición propicia para transformarse en refugio o lugar
idóneo para piratas y bucaneros. La región era rica en
maderas preciosas y palo de Campeche, que consti-
tuía un territorio motivo de antojo y negocio para otras
naciones. Para 1618 existían asentamientos ingleses
en las laderas del río Nuevo, y en 1640 el pirata esco-
cés Peter Wallace se estableció de forma definitiva y
se dedicó a la explotación del palo de Campeche, dan-
do origen al primer asentamiento inglés, al sur del río
Hondo, y que fue el principio de lo que hoy es Belice.
A mediados del siglo eran frecuentes los ata-
ques a la Villa de Bacalar por parte de los ingleses.
Quizá el de mayor impacto fue en 1652,
62
cuando
Bacalar fue arrasada por el pirata Diego el Mulato,
63
quien propició el abandono, casi total, de la villa y la
costa oriental. Los ataques de ingleses, franceses
y holandeses continuaron durante la segunda mitad
61 J.A. Calderón Quijano,
op. cit.,
p.
298.
62 J.A. Calderón Quijano,
op. cit.,
p.
305.
63 Personaje cubano aliado de los in-
gleses.
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lano
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J. E. O
rtiz
L
anz
, A
rquitectura militar
de
M
éxico
, SEDENA, M
éxico
, 1993,
p
. 169.