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A lo largo del siglo xvii, los españoles realizaron
varias expediciones con el fin de expulsar a los pira-
tas que se habían posesionado de la Isla y la Laguna
de Términos; si bien en ocasiones se les derrotó y
expulsó, la ausencia de una guarnición y habitantes
provocaba que regresaran con facilidad, y la región
cambiaba de posesión con relativa facilidad.
Así, por una u otra razón, todos los intentos
fracasaron. A finales del siglo xvii había 600 perso-
nas establecidas en la Isla de Tris, entre filibusteros,
bucaneros y comerciantes (ingleses y holandeses),
dedicadas fundamentalmente al corte, embalaje y
transporte del Palo de Campeche, el cual se explo-
taba con grandes utilidades.35
Finalmente, a principios del siglo xviii, la expedi-
ción de Alonso Felipe de Andrade reconquistó la isla
y expulsó a los piratas, pero esta vez los españoles
no se retiraron, sino que establecieron en la isla una
guarnición; hasta entonces no se tiene noticia de que
existiera ninguna fortificación permanente. 36
Una vez consumada la victoria, la expedición
de Andrade inició la construcción de un cuartel para
la defensa de la isla y la laguna. Éste consistió en
un presidio o fuerte realizado con simplicidad; el
plano, trazado en diciembre de 1716,37 muestra la
planta de una construcción cuadrada con baluartes
en las esquinas. Sus proporciones se acercan a los
esquemas renacentistas utilizados en la región del
Golfo de México y el Caribe: un cuadrado dividido en
nueve partes iguales rematado por cuatro baluartes
también iguales.
La importancia otorgada al desarrollo de los
sistemas defensivos durante los siglos xvi y xvii, in-
dujo al estudio y la atención de las técnicas y trazas
de las formas estrechamente relacionadas con una
funcionalidad principal, que derivó en las “máximas”
desarrolladas, sobre todo, a principios del siglo xviii,
y productoras de lo que se llamó “fortificación aba-
luartada”, que aplicaba la teoría de que “todas las
partes deben estar dispuestas de modo que puedan
flanquearse recíprocamente”. Dichas “máximas” se
expresaron a través de los diversos tratados sobre
fortificación o arquitectura militar durante el siglo
xviii, más de uno surgido de la Real Academia Militar
de Matemáticas en Barcelona.38 He aquí una serie
de máximas y reglas establecidas durante el siglo
xviii en lo que se refiere al dimensionamiento de las
fortificaciones, y que nos sirve como referencia para
el análisis de las construcciones y proyectos realiza-
dos en y para la Isla de Tris.
La primera máxima es que línea de la defensa no
sea mayor que el alcance del mosquete de punto en
blanco, que es mil pies geométricos,39 donde 1 pie
[geométrico] = 1/3 de vara castellana = 27.8 cm (o
sea, 270 metros, aproximadamente).
Sin embargo, distintos autores aseveran que, si
bien el alcance teórico efectivo era de unos 200 a 250
metros, a más de 100 metros el tiro individual suponía
desperdiciar munición. A más de 200 metros, el fue-
go de fusilería normal era ineficaz incluso en descar-
gas masivas. De ello se derivan una serie de dimen-
siones de los diferentes elementos de la fortificación.
Magnitudes regladas en el siglo xviii40
(Academia Real y Militar del Ejército de los Paí-
ses Bajos, 1a mitad, equivalencias aproximadas)
35 Ibidem, cap. V.
36 J.A. Calderón Quijano, op. cit., p.
291.
37 agi , mp, México, 108.Corpus Urba-
nístico de Campeche, en los archivos es-
pañoles, Gobierno del Estado de Campe-
che, México, 2010.
38 La Real Academia Militar de Ma-
temáticas de Barcelona funcionó como
el centro docente militar más impor-
tante de España durante el siglo XVIII.
Dedicado a la formación de los oficiales
aspirantes al ingreso en el Real Cuerpo
de Ingenieros, unió sus funciones cas-
trenses al actuar al servicio de la Corona
para organizar los territorios del Imperio
Español. Uno de los tratados más afa-
mados es el de quien fuera su director
entre 1720 y 1738, don Mateo Calabro,
Tratado de Fortificación o Arquitectura
Militar, publicado en 1733 .
39 Sebastián de Medrano recogía el
dato en 1700;http://ejercitodeflandes.
blogspot.com/2009/11/arcabuz.html.
40 J.M. Zapatero Díez, Dos ejemplos
de fortificaciones españolas, en la ex-
posición de puertos y fortificaciones en
América y Filipinas, CEHOPU, Madrid,
1985, p. 38.
Toesas Varas Pies Metros
Línea de la defensa 120 281 843 234
Cortina franca 68 160 480 133
Cara del baluarte 50 117 351 97
Flanco del baluarte 15 35 106 29
Fragmento con la planta del fuerte e san
Felipe en el “Mapa Geográfico de la Laguna
de Términos”, 1716, atribuido a Don Alonso
Phelipe de Andrade. AGI, MP, MÉXICO, 108.
J. G onzález, L.I. Sáinz, N. E. Rodrigo; Corpus
U rbanístico de C ampeche, Gobierno del Estado
de Campeche, México, 2010. P. 115.