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pelea por el Palo de Campeche desde la desembo-
cadura del río Coatzacoalcos hasta Campeche.
A partir de mediados del siglo xvii, Jamaica se
convertía en el puerto inglés de trasbordo hacia los
puertos de la Gran Bretaña; a este punto se enviaba
la producción del Palo de Campeche que se cortaba
ilegalmente por filibusteros ingleses, fundamental-
mente en la Laguna de Términos y las costas del
Golfo de Honduras, o aquel robado de aduanas o
embarcaciones españolas. Campeche, puerto prin-
cipal sobre la ruta de los barcos ingleses entre la
Laguna de Términos y Jamaica, se convertía por una
parte en una amenaza, ya que abrigaba una modesta
flota comercial cuyos barcos ligeramente armados,
junto con algunos guardacostas representaban una
amenaza, y por la otra una presa atractiva para las
ambiciones de los piratas, dado que allí se encontra-
ba la principal aduana de la región.15
A mediados del siglo xvii, con la idea de contra-
rrestar la piratería y la ocupación del territorio, en las
costas del suroeste y sureste de Yucatán se constru-
yen algunas embarcaciones para reforzar el sistema
de guardacostas. Finalmente se constituía una flotilla
que vigilaba tanto las costas sur del Golfo de México
(fundamentalmente la Laguna de Términos) como, y
sobre todo, las costas del sureste de Yucatán, en el
Golfo de Honduras, donde se intensificaba la presen-
cia de cortadores de Palo de Campeche ingleses.16
El flujo de mercancías rumbo a la Penínsu-
la Ibérica y, con ello, el desarrollo de la ciudad de
Campeche como lugar de entrada y salida, así como
las riquezas naturales disponibles a lo largo de las
costas colindantes, demandaban una infraestructu-
ra que garantizara su funcionamiento y protección.
Se convertían en lugares estratégicos y, en conse-
cuencia, sitios que requerían de infraestructura mi-
litar para su protección y defensa. Ya en 1561, des-
pués del ataque de piratas franceses a la ciudad de
Campeche, se establece un sistema de alarma con
vigías costeros para protección de la ciudad, y en
1563 se habla de la construcción de una torre de
vigía y defensa. Sin embargo, será hasta principios
del siglo xvii cuando se realicen los primeros intentos
de dotar a la ciudad de obras defensivas de mayor
envergadura; tal es el caso del torreón de San Be-
nito, cuyo papel defensivo fue reforzado, a media-
dos del siglo xvii, por el baluarte de Santo Cristo de
San Román y la fuerza en el cerro de la Eminencia.
Estos tres elementos estaban unidos por un doble
muro de madera, relleno de cascajo y tierra. Este
conjunto de obras defensivas trataba de proteger la
parte sur de la ciudad y el camino a Lerma. De cara
al mar se construyeron el fuerte de San Carlos, al
cual se le añadió una trinchera rematada por un pe-
queño baluarte, y al norte el fortín de San Bartolomé
con terraplenes de tierra.17 Era un sistema de cons-
trucciones que intentaba resguardar el fragmento de
costa colindante con la ciudad y que probablemente
estaba intercomunicado con señales sonoras a base
de campanas.18
El conjunto de obras no dio los resultados es-
perados; la ciudad y las costas de Campeche con-
tinuaban sufriendo las incursiones de corsarios y
piratas. A partir del siglo xvii fueron presa de filibus-
teros, los llamados corsarios ingleses, que practica-
ban una piratería especializada en el saqueo y que
fueron punta de lanza para la expansión territorial de
la Corona británica, tal y como sucedió en las costas
de Laguna de Términos y el Golfo de Honduras. Es-
tos elementos fueron detonantes para replantear la
infraestructura arquitectónica de carácter defensivo.
Si bien resultaba fundamental la protección del
puerto y la aduana, también se requería proteger a la
población y disponer de un sistema de fortificaciones
menores para la defensa de largos fragmentos de
costa, bahías, lugares estratégicos, sitios aislados,
15 Ibidem, p. 40.
16 Ibidem, p. 71.
17 J.E. Ortiz Lanz, op.cit., pp. 133-
134.
18 Recordemos que las señales de
humo durante el día y el fuego en la no-
che, o sonoras, ya sea con trompetas
o campanas, fueron ampliamente utili-
zadas tanto en el mundo prehispánico
como en la región del Mar Mediterráneo
desde la antigüedad.
Muralla de C ampeche, garita con
espadaña en el baluarte de la Soledad
(San Carlos). En C ampeche la muralla
tenía un sistema de alarma sonora
todo a su alrededor, por lo que las
garitas están acompañadas de espadañas
con sus respectivas campanas.
Fragmento de la muralla de C ampeche
con garita y pretil resuelto a barbeta.