Arquitectura
y
medio ambiente en la ciudad de México
Esta situación no puede prevalecer indefini–
damente. Por lo tanto, es necesario que se tomen
medidas correcti vas para solucionar los proble–
mas ocasionados por la falta de una arquitectura
que se integre armónicamente a su medio natural
y responda satisfactoriamente a las verdaderas
necesidades de los usuarios. Sobre todo hay que
considerar la necesidad de ahorrar energía y
hacer un uso eficiente de ésta para contribuir a la
conservación de los recursos naturales existentes
y asegurar su disponibilidad para las futuras
generaciones.
Es un hecho evidente que la premisa funda–
mental de diseño del hábitat: buscar protección
y abrigo contra la acción de los elementos circun–
dantes, que el constructor primitivo transmitió
de generación en generación para dar lugar a la
"arquitectura tradicional" o "vernácula", se ha
modificado y distorsionado drásticamente, so–
bre todo a partir de la década de los sesenta. Este
proceso ha venido ocurriendo a partir de la crea–
ción y uso de nuevos materiales constructivos y
de los sistemas de instalaciones y servicios de los
edificios. A partir de entonces se ha intensificado
en las grandes urbes una arquitectura conocida
como
estilo internaciol1al,
caracterizada por cons–
truir el mismo tipo de edificación sin importar
las condicionantes climáticas, socioculhlrales y
económicas de un determinado sitio
y
proyecto.
Este tipo de arquitectura se identifica por su
dispendio de energía
y
excesiva dependencia en
equipos de climatización e iluminación arti ficial.
Esta situación provoca
lm
efecto nocivo en el
medio ambiente y en la salud y economía de las
personas.
En la actualidad, los diferentes géneros de
edificios en el mundo consumen grandes canti–
dades de energía fósil no renovable para calen–
tar, enfriar, ventilar, humidificar, deshumidifi–
car e iluminar sus diversos espacios, así como
para calentar el agua
y
para la cocción de los
alimentos. Hoy en día, la mayoría de los arqui–
tectos no pueden concebir el diseño
y
la construc–
ción de
lffi
edificio sin sistemi'ls de climatización
artificial y las incluyen de manera automática en
sus estimaciones presupuestales, ignorando o
aceptando los efectos resultantes provocados
por dichos estilos dedisei10: enormes dispendios
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y gastos energéticos, efectos nocivos en la salud
de los usuarios y en su economía, y daños poten–
ciales en el medio ambiente.
En México, la mayoría de las edificaciones,
sobre todo en el medio urbano, se caracterizan
por su al ta dependencia
y
consumo intensivo de
combustibles fósiles; además, no presentan una
respuesta armónica a las exigencias del entorno
natural circundante
y
más bien obedecen a dise–
ños propios de otras latitudes
y
formas de vida.
La
mayoría de los requerimientos de climati–
zación e iluminación de espacios, calentamiento
de agua, así como la generación propia de ener–
gía, pueden ser satisfechos en gran medida con
el manejo adecuado de una arquitectura con sen–
tido común, basada en el ahorro y uso eficiente
de la energía
y
en el aprovechamiento de las
fuentes alternativas disponibles en el entorno
natural, tales como energía solar, eólica, etc. con
esto se reduciría significati vamen te la excesiva
emisión de contaminantes y el severo daño en el
medio ambiente, que afectan en diversos niveles
a la salud, la eficiencia y productividad en el
trabajo, y la calidad de vida de las personas.
La
arquitectura bioclimáticn
se refiere a la apli–
cación de una arquitectura con sentido común en
el proceso de diseño y construcción de edifica–
ciones. En este contexto, es muy importante el
papel que desempeña la envolvente constructi–
va, ya que ésta deberá ser diseñada como
lm
agente dinámico que interactüe favorablemente
entre el exterior e interior y viceversa, de tal
manera que achie como tm filtro selectivo biotér–
mico, lumínico, acústico
y
olfativo, capaz demo–
dificar con versatilidad, tanto diurna como esta–
cionalmente, la acción de los factores naturales
del microclima, admitiéndolos, rechazándolos,
transformándolos o modulándolos, según lo re–
quieran los ocupantes en el espacio interior.
El ahorro y uso eficiente de las energías con–
vencionales y la aplicación en las edificaciones
de las nuevas alternativas energéticas, orienta–
das a la preservación del medio ambiente
y
al
mejoramiento de la economía y calidad de vida
del hombre, son algunos de los objetivos del
diseño con sentido común o diseño bioclimático,
que implica la utilización de "sistemas pasivos",
es decir, el manejo de la edificación misma para
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