Los criterios para la construcción del complejo pueden
abarcar, en la práctica, un abanico de desagregaciones,
yendo desde el establecimiento industrial hasta las subra-
mas de actividad. Para reflejar de la mejor manera posible
el movimiento real, debería contarse con una apertura a
nivel de unidad de producción; ya sea establecimiento in
dustrial, planta o empresa, en ese orden de prioridades. Se
requiere, a su vez, que la información este debidamente ac
tualizada y que contenga datos sobre insumos y produc
ción, expresados en términos físicos y en valor.
De no contarse con esa información ya elaborada,
puede recurrirse a una selección de empresas cuyas acti
vidades presumiblemente pertenezcan al complejo (o se
las suponga vinculadas a él), las que constituirán el uni
verso que sería objeto de una encuesta especifica. Esta
debería requerir, como mínimo, datos sobre: identifica
ción de las actividades productivas y especificas de los
sectores a los que se destina la producción.
Los datos censales constituyen una fuerte alternati
va, en la eventualidad de no poder realizarse la encuesta;
si se cuenta con un censo suficientemente actualizado, a
los efectos de garantizar que la composición del produc
to no esté afectada por posteriores cambios en la estruc
tura de relaciones interindustriales. La información de
be obtenerse desagregada a nivel de empresa y agrupada
de acuerdo con la clasificación CI IU* abierta por
*CI1U: Clasificación Industrial Internacional Uniforme de todas las Ac
tividades Económicas, informes Estadísticos, Serie M, No. 4, 2, O.N.U.
IV BASES EMPÍRICAS PARA LA
DETERMINACIÓN DE LOS COMPLEJOS
SECTORIALES Y EMPRESARIALES