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teorias de la ciudad compleja y
“el declive de la fun-
cion civil a favor de completas prefiguraciones de la
que será la ideología del estado igualitario burgués”.
“Este fenomeno viene puntualmente registra-
do por la mas antiutopica de las corrientes del XVI.
Los tratados sobre la tecnica de Fortificacion de
Durero(1527), Maggi(1546),Lanteri(1557), Speckle
(1589), Lorini (1596), Belucci (1598), DeMarchi(1599),
Perrt (1604), ignoran tanto los problemas eruditos de
la cultura vitrubiana como las abstracciones del re-
formismo utópico.
Al programa humanistico de la ciudad laica del
hombre renacenbtista le ha sustituido ahora la reali-
fdad politica sacada a la luz edespiadadamente por
Maquiavelo: al ocaso de la ciudad ideal responde el
cinico realismo de las “ciudades maquinas de defen-
sa” del principe.
Bellucci podrá por tanto ironizar cruelmente so-
bre el papel de los arquitectos invitandoles a limitar
sus propios estudios a las superestructuras forma-
les: ahora es el teórico militar y solo él , el nuevo
“cientifico” de los fenómenos urbanos.”
Los tratados de arquitectura escritos a par-
tir de los primeros años del siglo XVI dedicaran su
atención, se centrarán de forma preferente en la
“cuestión” de los ordenes arquitectónicos, sus par-
tes, elementos y sus múltiples variaciones, que-
dando la ciudad como tema exclusivo de los inge-
nieros militares que se ocuparán de forma progre-
siva en sus tratados a uno de sus elementos (las
murallas) cuya importancia es priorizada frente
a otros elementos urbanos y sus interrelaciones.
Esta hipertrofia en la atencion a uno de los
múltiples elementos descritos en la ciudad al-
bertiana inaugura el momento de la anti-
utopia y, en cierto modo, de la anti-ciudad.
Después de todo las Ciudadelas y Plazas Fuertes de
muchas de las experiencias de creacion de nuevas
ciudades o de reestructuración de las existentes, nos
muestran el sobredimensionamiento de los aspectos
de caracter militar (murallas, plazas de armas, guar-
niciones...), que tomando como punto de partida el
diseño del cinturón amurallado alcanzan a todos los
aspectos y a todos los rincones del interior del espacio
especificamente urbano, desde el trazado viario (ra-
dioconcentrico o en reticula) que sometido a la logica
de la guerra convertía al ciudadano en soldado, y a la
ciudad en un “cuartel” o en un conjunto de “cuarteles”.
Abandonado o cuando menos en un muy segun-
do plano quedaba la cualidad por excelencia de
“la ciudad de ciudadanos libres” que había sido la
máxima que sobre el frontispicio de la puerta de
acceso al recinto urbano haría del gran momento
de expansion de la creacion urbana en la Europa
de los siglos XII, XIII y XIV, no solo un proyecto
excepcional en sus características morfológicas y
tipológicas sino y sobre todo un proyecto comun,
un proyecto politico de construccion social, a partir
de la delimitación de un ambito especifico con un
estatus jurídico propio que reconocía a los que allí
vivieran derechos y deberes que, hoy en dia, siguen
a ser fuente de inspiración y de reivindicacion en
una sociedad convulsa e indignada: el derecho a la
vivienda, el derecho al trabajo, al comercio y al in-
tercambio, a la seguridad y a la participacion en lo
común, en fin y en palabras utilizadas hace ya 50
años por Henry Lefebvre “El derecho a la ciudad”.
Objetivos
El proyecto en marcha y del que presento en esta
ocasion una pequeña aportacion para a partir, de la
investigación, del analisis urbano, de la contextua-
lizacion y secuencia historica, economica y social
concreta de varias ciudades costeras, iberoameri-
canas, y Europeas (portuguesas y españolas), iden-
4 En tanto que México tiene inscritos
27 culturales y 4 naturales pero, como
China, ha inscrito muchos sitios en lista
indicativa: 31.
