Apéndice metodológico
que una parle sustancial del material para la evaluación fue obtenido a través de entrevistas semics–
trucluradas realizadas a un conjunto de actores que cn la jerga sociológica suelen ser denominados como
"informantes clave", resulta importante señalar brevemente como se manejaron las entrevistas y los criterios
básicos aplicados en la utilización del material resultante.
L o primero que debe señalarse es que, desde una perspectiva sociológica, las entrevistas cn profundidad
constituyen un material de gran valor que proporciona un acercamiento mucho más rico a los actores y su
participación en los procesos sociales que la encuesta o entrevista cerrada. Como contrapartida, los testimo–
nios obtenidos a través de entrevistas en profundidad implican considerables problemas de orden metodológi–
co y epistemológico. Cabe aclarar que lales problemas son sumamente pertinentes en relación con las encues–
tas, respecto de las cuáles suele olvidarse con mucha facilidad que lejos dc ser un instrumento que arroja
datos en el sentido positivista del término, proporcionan en rigor interpretaciones y testimonios de los sujetos
interrogados. Tanto la entrevista en profundidad como la encuesta, pero principalmente la primera, implican
una doble hermenéutica: la del sujeto interrogado respecto de la pregunta formulada y el tema en cuestión, y
la del interrogador respecto de las respuestas y afirmaciones del interrogado.
Ahora bien, en términos prácticos, esle supuesto general fue aplicado por nosotros a través de los siguien–
tes principios:
a) Es necesario tener presente cn todo momenlo la necesidad de considerar los testimonios
recogidos como un discurso interpretativo dc los sujetos entrevistados respecto de las prácti–
cas y procesos puestos cn cuestión en la entrevista.
b) Igualmente imporlanle cs tener cn cuenta que un testimonio recogido a través del diálogo
producido en la entrevista es portador de tres tipos dc elementos: afirmaciones fáclicas cuya
pretención dc validez se remite a ciertos hechos, afirmaciones evalualivas cuya pretención de
validez se remite a normas de acción cuya racionalidad instrumental o práctico-moral se
sostiene imph'cita o explícitamente y, afirmaciones de earáclcr expresivo cuya pretensión de
validez remite a la autenticidad de los .sentimientos o estados de ánimo expresados por cl
sujeto.
c) El testimonio obtenido a través de una cntrcvisla brinda la interpretación del actor inte–
rrogado respecto de un conjunto dc prácticas y protesos; para brindar esta tnlerprclación el
actor recurre a dos tipos de elementos, argumentos discursivos a Iravés de los cuates propor–
ciona razones y motivos de las práclicas y procesos que narra, es decir a .su capacidad dc
monitoreo racional dt la acción, y a un acervo de conocimientos en eslado práctico que
pueden emerger en cl momenlo que es cuestionado acerca de tas cirtunslancias y razones de
los hechos evaluaciones y manifcstacitmcs expresivas que constituyen el objeto de su narra-
d á n .
d) Se deben asumir tas consecuencias prácticas dc lo anterior en relación ton el manejo dc ta
entrevista, pues de ello se desprende la tonveniencia de que el entrevistador muestre un
conocimiento de tas prácticas y procesos objeto del diálogo y ta importancia dc que induzca
la asunción por parte del entrevistado de ciertas implicaciones de sus afirmaciones, favore–
ciendo la reflexión sobre su conocimiento cn eslado práclico, prerreflexivo, üe las acciones
que narra.