Los suicidad en la literatura - page 196

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Tema y Variaciones de Literatura 40
ción o trabajo”, sino “inspiración más trabajo”. Crear es una lucha con-
tinua entre la inconciencia y la conciencia. Sin ambos elementos no
puede realizarse el acto artístico.
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Se convierte Zweig en una voz disidente, defensora de la paz y la
fraternidad de los hombres. Más allá de doctrinas o banderas, Zweig
cree en la posibilidad de crear un gran “espíritu universal”, de gene-
rar un pensamiento de cooperación y entendimiento entre los hom-
bres.
Su desesperación ante la contienda bélica llevada por el nacio-
nalismo en tierras europeas, la quema de sus obras y las de muchos
autores más (Thomas Mann, Sigmund Freud, entre otros), lo incitan
a buscar otros mundos, espacios para la creación y la hermandad
humana.
Zweig se encontró prisionero en la nostalgia del viejo mundo, de
la vieja Europa, de ese sencillo e imprescindible sentido de la vida
común que da aliento a los hombres por su peregrinar en esta tierra.
La jaula de la melancolía invadió el ánimo del autor austriaco,
creando en él un sentimiento permanente de derrota y desconsuelo.
La profunda sentencia de Albert Camus se había cumplido:
No hay más que un problema filosófico verdaderamente serio: es el sui-
cidio. Juzgar que la vida vale o no vale la pena de ser vivida es contes-
tar a la cuestión fundamental de la filosofía.
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Esta pregunta se la hizo varias veces a lo largo de su vida Stefan
Zweig. Su peregrinar por París, Londres, Amsterdam, Berlín, Esta-
dos Unidos, Argentina, Brasil, lo convirtió en un permanente refu-
giado, en un exiliado atormentado por las fuerzas sociales que em-
pujaban al hombre a un vacío existencial, a una incomodidad ante la
vida, a ese desdén por permanecer agobiado por los acontecimiento
de una conflagración de enormes proporciones materiales y espiri-
tuales como era la Segunda Guerra Mundial.
A ello se tuvo que enfrentar aquel hombre educado en los valo-
res de un mundo estable y confortable, a ese mundo que pensó que
era inmutable:
10 
S. Zweig, “El misterio de la creación artística”, en
Tiempo y mundo
, Barcelo-
na, Juventud, 2004, p. 215.
11 
Albert Camus, “El mito de Sísifo”, en
Ensayos,
Madrid, Aguilar, 1981, p. 93.
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