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Tema y Variaciones de Literatura 40
Esa fuerza que destruye los espíritus pero que a la vez los ensalza en
una posición única de luchadores, de creadores de pensamientos
que trasgreden el ideal de la época, que recupera el sentido trágico
del hombre y de la historia.
Pero también se inicia en el estudio del suicidio, como es el caso
del dramaturgo alemán Heinrich Von Kleist, que lo va a marcar pro-
fundamente en su visión trágica del mundo, así como por la frase
lapidaria de Nietzsche: “Dios ha muerto”. También una etapa im-
portante en la vida y pensamiento de Zweig son los acontecimientos
sociales y militares que se darán a principios del siglo
xx
:
El sentimiento trágico de la existencia existe ya en el fondo de la litera-
tura de Zweig, que siempre ansía descubrir la extraordinaria tensión
nerviosa, la pasión secreta que dirige la vida y los acatos de una perso-
na. Esta explosiva densidad que le gusta rozar, ejerce sobre su alma una
atracción peligrosa, sobre todo en el comienzo de un siglo que él veía
hundirse por partida doble.
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Los vientos de guerra soplan en el horizonte. La conflagración de
1914 derrumba todos los valores de un mundo feliz. Ahora son las
armas y los discursos nacionalistas lo que incita a la lucha y el ren-
cor entre las naciones, como enfatizó Zweig en un profundo y escla-
recedor ensayo denominado
Los jardines en la guerra
de 1939:
Entre las muchas personas que en Europa han tenido el triste privilegio
de asistir con los ojos bien abiertos a las dos guerras mundiales, a mí
me estaba reservado verlas desde frentes distintos. Viví la primera en
Alemania y Austria, y la segunda desde Inglaterra-[…] En 1914, la de-
claración de guerra fue para Viena como una borrachera, como un éxta-
sis[…] En 1939, la guerra no fue una sorpresa repentina, sino un temor
que se convertía en realidad. En todos los países la habían visto aproxi-
marse más y más desde el advenimiento de Hitler al poder.
7
Ante este desconcierto mundial Zweig voltea para buscar a los gran-
des espíritus que con sus ideas y acciones nos despejan este horizon-
te anegado en sangre y muerte. Así visita, conoce, lee y mantiene
contacto con algunas de las grandes almas del momento: Mahatma
6
Jean-Jacques Lafaye,
op. cit
., pp. 54-55.
7
S. Zweig, “Los jardines en la guerra”, en T
iempo y Mundo
, Barcelona, Juven-
tud, 2004, pp. 95-96.