pío, la mano de obra), sin olvidar también la imperiosa necesidad de manejar
una metodología crítica en las tareas proyectuales que nos permitan acceder
interdisciplinariamente a la realidad, para descubrir en ella las exigencias a
las cuales los satisfactores han de responder.
La creación de un modelo metodológico de diseño se impone como una de
las tareas científicas más pertinentes en una política tecnológico-proyectual.
Esto por dos motivos: primero, porque permitirá discernir, del campo de la
realidad, las variables objetivas a las cuales deberán ajustarse las formaliza-
ciones de productos y la imprescindible retroalimentación por parte del usua
rio de los bienes adquiridos; en segundo lugar, porque se podrán unificar
metodológicamente las diferentes fases del proceso de diseño bajo una ra
cionalidad crítica, económica y socialmente comprometida.
La política de diseño y tecnología ha de ayudar también a establecer códigos
de selección y adaptación de otras tecnologías, así como a favorecer el ren
glón fundamental del rediseño según las variables situaciones de nuestro con
texto.
La política de diseño y tecnología avanza sobre una realidad internacional y
nacional, donde las importaciones tienen un rango dominante, y por ello será
difícil aunque impostergable, el fortalecimiento de nuestra propia capacidad
operativa en el quehacer proyectual. La decisión política en materia de dise
ño versa, por lo tanto, sobre el renglón de
importaciones, rediseño e innova
ción tecnológica
; estas tres vías son derroteros por los que puede marchar la
autodeterminación nacional frente a la tecnología de las sociedades avanza
das y desarrolladas, que se postulan ideológicamente a sí mismas como
"universales", legitimando así el poder político-económico del "centro" sobre
la periferia mundial.
1. Tecnología "universal ",
poder-económico-político del
"centro".
2. Poder político nacional de au
todeterminación en diseño y
tecnología.
3. Importación
Rediseño
Innovación
4. Requerimientos nacionales.
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