II. La madera
Generalidades
E
n México existe poca tradición en cuanto al uso de la madera en la cons–
trucción de la vivienda y de edificios. Sin embargo la nobleza de la madera,
la facilidad para darle forma y para unirla la hacen insustituible para muchos
usos.
La
madera en México resulta cara por una explotación deficiente ocasionada
por la política agraria que no permite hacer inversiones que serían a largo
plazo y por defectos de comercialización.
Clasificación de los árboles
Los árboles se dividen en dos grandes grupos:
Coníferas o gimnospermas
En general tienen un tronco recto alrededor del cual a diferentes alturas se
desprenden las ramas, sus hojas tienen forma de aguja, crecen principalmente
en las zonas frías y templadas. Por ser las más abundates en Europa y Norte–
américa son las más comercializadas y las más conocidas.
En
este grupo se
encuentran el pino, abeto, oyamel, etcétera.
Latifoliadas o angiospermas
Tienen en general un tronco libre de ramas que van subdividiendo más arriba.
Sus hojas son anchas. Crecen principalmente en zonas tropicales
y
cálidas.
Entre ellas se encuentran las maderas más pesadas y las conocidas como
maderas finas. Han sido poco estudiadas como maderas de construcción. El
roble, la caoba, el fresno, el encino, el chicozapote, el liquidámbar, etc., son
ejemplos de las angiospermas.
En nuestro país apenas empiezan a ser estudiadas las muchas especies con
que contamos.
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