loca! "mejorado" y de su propiedad, se expresaron
numerosas críticas acerca de la calidad dc los
acabados: enyesados que se desprenden, cortinas
metálicas desajustadas, filtraciones de humedad,
herrerfa deficiente. Es importante notar la falta
de una regadera en las accesorias, lo cual es re–
querido por el reglamiento de Salubridad.
Las inconformidades más importantes se
refieren al tamaño del local. Una tercera parte
de los entrevistados afirmaron que la accesoria an–
terior tenia una superfide mayor. Este problema
afecta sobre manera a las actividades artesanales,
tales como, carpinterfas y herrerías; el tamaño re–
ducido del local no permite almacenar madera o
fierros de grandes dimensiones, lo que obliga a
comprar cantidades reducidos de materiales a pre–
cios elevados.
En este sentido, la menor altura del techo
en las nuevas accesorias también presenta desven–
tajas. Los entrevistadas no mencionaron espon–
táneamente,
como desventaja de su nueva situa-
dón, el costo de adquisidón de la accesoria y el
impacto que ello tendría sobre la rentabilidad del
negodo. No estaban muy conscientes de que la ac–
cesoria anterior se alquilaba a un precio muy bajo
- a veces congelado - y que esto abarataba los
costos de opcradón. Cuando se les planteó este
problema, los locatarios reconocieron que cl nuevo
local iba a costar más, pero no preveían mayo–
res dificultades para solventar este gasto adicio–
nal: "intensificando el trabajo", 'aumentando la
producdón", "trabajando más horas", "ampUando el
negodo", "abriendo otro" o "incorporando a oíros
miembros de la familia al trabajo".
Una cuarta parte de los entrevistados pen–
só que se estaba viviendo una nueva etapa de
consolidación de su actividad económica, y pla–
neaba realizar algunas inversiones: comprar un
mostrador, introducir nueva estantería, mejorar
el aspecto, incrementar el acervo de mercancías,
etc.
l-as opiniones sobre cl desarrollo del pro–
grama
y
sobre su partidpación en el mismo son
divididas; una mitad dijo haber conoddo sufi–
cientemente los alcances de Renovadón a través
de los comités y de la información propordonada
por los módulos del programa. La otra mitad opi–
nó, por el contrario, que "no se les tomó en cuenta".
Los que más sintieron haber partidpado son los lo–
catarios que viven en cl mismo predio
y
que inter–
vinieron en mayor grado en los procesos sociales y
organizativos surgidos a
raíz
de los sismos.
En
cuanto a la particípadón en ei diseño, igual que
en el caso de los benefidarios de vivienda, el
conoenso prindpal es que no hubo: "ya estaban los
planos hechos, sólo nos dijeron cómo quedaría".
Un entrevistado reconoció, sin embargo, que no
tenía los conocimientos técnicos para poder opi–
nar sobre los proyectos. Por otra parte, la casi to–
talidad de los entrevistados expresaron su confor–
midad sobre la forma en que se asignaron las acce–
sorias.
En general, y con la importante excepdón
de los locatarios de la zona de la Merced, los pro–
pietarios de las accesorias de los proyectos de Re–
novadón Habitacional Popular estimaron que el
programa generó cambios positivos en et barrio: el
nuevo aspecto lo haría más atractivo para sus dien–
tes.