dad y la posibilidad de obtener fuertes contratos del sec–
tor público.
Por las características propias del proceso construc–
tivo, la industria de la construcción se distingue de otras
por el largo tiempo que emplea para producir el producto
final. En general, debido al elevado precio de los edificios,
se requiere también un largo período para la realización
del capital invertido en la construcción. Los factores ante–
riores se combinan para que el período de rotación del
capital sea mayor que en algunas industrias manufactu–
reras y, por lo tanto, la recuperación del capital más la
ganancia es lenta en comparación con otras ramas pro–
ductivas, especialmente aquellas que requieren de poca
inversión en capital fijo. Asi, determinar cómo y quién
realiza el financiamíento a las obras de la construcción
pasa a ser un problema crucial. Las empresas constructo–
ras no tienen otra salida que recurrir al sistema financiero,
del cual recibieron para el período 1970-1983, en prome–
dio, el 7.2997o del total del crédito otorgado.'* Otro de los
rasgos predominantes de la esfera financiera es que, según
los datos que se muestran, a partir de 1975 la banca co–
mercial tuvo cada vez mayor incidencia que la banca de de–
sarrollo. Resalta como anuncio de la crisis, que afectó al
sector, la gran disminución en el crédito otorgado a la
construcción en los años 1982-1983, cayendo al
23%
y
1.6%
del total respectivamente.
En fases recesivas las empresas constructoras se en–
cuentran con el obstáculo de no poder realizar sus mer–
cancías; si la obra fue comenzada en época de auge y no
se previo la crísis, seguramente la empresa debe recurrir
al sistema financiero ya sea para terminar la obra y / o
para vender su producto.
Sin embargo, el otorgamiento de créditos a las em–
presas constructoras se encuentra condicionado a las ga-