producción bruta de la construcción fue de 131 858.9
millones de pesos, de los cuales el 48.0% representa la
inversión pública y el 52.0% la inversión privada.
La tendencia a un aumento relativo de la inversión
pública en el sector se puede observar también en el año
de 1979: del valor bruto de la producción, que fue de
404 986 millones de pesos, el 49.6% fue realizado por la
inversión pública y el 50.4% por la inversión privada.
En la década de los setenta el Estado aumentó su in–
versión a una tasa media del 29.2% anual. Esta comprende
a la inversión realizada por el Gobierno Federal, Subsec-
tores Central y Paraestatal, y a la de los Gobiernos Estata–
les y Municipales. En este mismo período la demanda ori–
ginada en el sector privado creció a una tasa media de
24.2% anual; es decir, registró ritmos de aumento de la in–
versión menores que el sector público, poniendo de mani–
fiesto la relevancia que tiene el sector público en la pro–
ducción bruta de la construcción.
Si se analiza lo acontecido durante el período com–
prendido entre 1970 y 1978 en la producción de construc–
ciones por parte del sector público y privado
se puede
observar que hubo una transformación en los pesos rela–
tivos de los diferentes tipos de obra, dentro de los cuales
resalta el aumento de la producción de vivienda en ambos
sectores. La producción privada se distribuyó de la si–
guiente manera: 82% para vivienda y 18% para otros ti–
pos de obra, en el año de 1978; en tanto que en 1970 fue
de 72.7% y 27 . 3% respectivamente.
El Estado incrementó la producción de obras en dis–
tintos rubros: electricidad; comunicaciones y edificios;
petrolero y petroquímico.
A partir del año 1973 los dos sectores muestran una
tendencia a fomentar la construcción residencial que,
luego, se debilita a principios de 1976. Desde el año de