Carlos Gómez Carro
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De modo que no siempre, entre los escritores, el suicidio ha sido
visto como consecuencia de un desplome emocional, de crisis exis-
tencial. Quizás porque, como ninguna otra tarea emprendida por la
especie, la tarea del escritor se ofrece bajo leyes prometeicas de sa-
ber crear vidas ficticias y sus circunstancias, al modo de quien des-
cubre la cábala de la creación universal, en donde, “el albedrío de
negar la vida es casi divino”, como alegara el citado López Velarde,
en la cifra de sus propias decisiones.
En el presente volumen de
Tema y Variaciones de Literatura
40,
con distintas perspectivas, se razona alrededor del suicidio de es-
critoras, escritores y personajes literarios. Así, encontramos la per-
cepción de un Nerval (elevada cumbre del Romanticismo) y sus
dilemas ante el Aqueronte, el río de la muerte, del que ya no regre-
saría triunfante, en el que sueño, locura y esa otra vida que era la
muerte se juntan; sobre Teresa Vera, poeta mexicana del siglo
xix
,
a quien los dones de la poesía no se le dieron, con unos lectores más
interesados en su hábito por las cerillas; la elección por los bienes
de una naturaleza feraz y sublimada, antes que por los de la civiliza-
ción, remedo imperfecto de aquélla, que hacía el uruguayo Horacio
Quiroga hasta que el cianuro se cruzó por su camino; el fin de épo-
ca y el extravío existencial del austriaco Stephan Swift en medio de
las atrocidades de la Segunda Guerra Mundial; la muerte temprana
del colombiano Andrés Caicedo, quien sentía que a los 25 años los
adultos ya apestan; los dilemas de Sigmund Freud y su médico ante
la muerte asistida, como un hecho racional cuando la vida ya no se
vive; la muerte como un encuentro con la gloria del propio sable,
de Mishima, que no es sino sometimiento de la vida al imperio de
una voluntad más que férrea, estos y otros estudios que procuran re-
velarnos los misterios de aquellos que decidieron adelantar el final
de la partida de ajedrez con la muerte: “Dios mediante, cuando uno
quiera y no cuando Él lo disponga”, como expresa perspicaz alrede-
dor del tema, Eduviges Dyada, personaje de Juan Rulfo, son el río
de tentativas que corren y se abisman por y en el presente volumen de
artículos y ensayos que componen
Tema y Variaciones de Literatu-
ra
número 40.
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