Uso de recursos na/urales e impacto ambiental
el calor, y con el calor los humanos pudieron
viajar
y
extenderse hacia diversas regiones cli–
máticas más severas y subsistir, como es el caso
de los climas más fríos de Europa. Gradualmen–
te, el hombre aprendió cómo hacer y controlar el
fuego, lo que consiguió hace aproximadamente
500 000 años. Por otra parte, lo que hoy conoce–
mos como civilización ha tenido lugar dentro de
un periodo de aproximadamente 10 000 años.
Durante las épocas remotas del hombre primi–
tivo, el consumo de energía para satisfacer todas
sus necesidades era equivalente en promedio a
2000 kilocalorías por persona al día (igual a 8 374
Joules, ya que 1 caloría
=
4.187 Joules) (Miller,
1980). Las sociedades cazadoras recolectoras
consumían alrededor de 20935 Joules/perso–
na/día. Las primeras sociedades agrícolas se–
dentarias incrementaron su conswno a un pro–
medio de 50 244 Joules/persona / día, cantidad
que se aumentó significativamente al evolucio–
nar los procesos agricolas hasta alcanzar 83 740 Jou–
les/ persona/día, de consumo promedio. A
media~
dos del siglo xvm, con el advenimiento de la Re–
volución Industrial,el incremento en el conswno de
energía tuvo
tul
explosivo crecimiento, del orden
de 251220 Joules/persona/día (figura
n .1).
Ciertamente, a partir de este fenómeno de
múltiples aristas, el uso de las fuentes naturales
de energía (tales como la leña, el viento, las caídas
Hombre tecnológico/cibernético
de agua y la energía muscular metabólica, entre
otras) que hasta entonces predominaba para sa–
tisfacer los diversos requerimientos del hombre,
comenzó a ser reemplazada por las "nuevas"
fuentes
J
como el carbón, cuyo consumo alcanzó
los niveles más altos durante la década de 1920,
y empezó a disminuir rápidamente a medida
que enormes yacimientos de petróleo, y
poste~
riormente de gas, empezaron a descubrirse y
explota rse en el mundo. Durante la década de los
cincuenta surgió como una alternativa la energía
nuclear, cuyo uso hoy en día ha resultado ser
demasiado peligroso para tomarse en cuenta.
En relación con la seguridad en el manejo de los
materiales altamente radiactivos que se utilizan en
las plantas nucleares, no es ético pasar a las futuras
generaciones un problema irresoluble.
En la actualidad, en el umbral de lU1 siglo y
milenio, en lU1a era caracterizada por enormes
desigualdades en la distribución de la riqueza, y
por lU1a acelerada e intensiva industrialización,
basada en una explotación irracional de combus–
tibles fósiles, el hombre
" tecnológico~cibernéti~
ca" de países altamente desarrollados, para sa–
tisfacer todas sus necesidades energéticas
consume en promedio más de 1 000 000 de Jou–
les/persona/día. Esto significa que el consumo
de energía se ha incrementado exponencialmen–
te hasta alcanzar valores 125 veces mayores que
1000
n
Hombre industria!
251 .220
E
o
<
"
u
j
<
e
~
2
~
Agricultor avanzado
Agricultor sedentario
Cazador/recolector
Hombre primitivo
=:J
83.740
=:J
50.244
p
20.935
8.374
o
100
200
300
400
500
600
700
800
900
1 000
Consumo de energ la en kitojou!es/persona/dla
Figura 11.1. Consumo histórico de energía, en kilojoules/personaldía (Miller,
1980;
WEC.
1993)
13
1...,4,5,6,7,8,9,10,11,12,13 15,16,17,18,19,20,21,22,23,24,...158