Arquitectllra
y
medio ambiente el//tI ciudad de México
los utilizados d urante las primeras manifestacio–
nes del homb re en el planeta.
Por otra parte, el consumo de energía también
ha va riado significativamen te en relación con el
tipo de actividad. En un principio, el total de la
energía que el hombre primitivo consumía era
para satisfacer básicamente necesidades de ali–
mentación. En la actualidad, en promedio, casi
30% de la energía que el hombre contemporáneo
consumemtmdialmentees para transportarse,40%
para realizar actividades industriales y agrícolas,
25% en actividades domésticas y de servicios, y
ta n sólo el 5% restante para satisfacer requeri–
mien tos de alimentación. Esto implica que la
mayor parte del total de la energía que los pri–
meros pobladores del planeta consumían era
para satisfacer necesidades de alimentación. En
contraste,
el
hombre actual, en promedio, sólo
consume 5% del total de la energía para resolver
estos requerimientos.
Es evidente que la mayoría de las actividades
humanas a lo largo de la historia se han caracte–
ri zado por una utilización inadecuada d e la ener–
gía en todas sus formas, lo cual ha provocado
diversos
problemas en los ecosistemas de nues–
tro medio ambiente. El darla al entorno natural
por acciones antropogénicas se inició en realidad
a partir de la Revolución Industrial del siglo
XVIII,
cuando comenzó la explotación intensiva y que–
ma del carbón (energético, que fue la base para
el impulso de la Revolución Industrial). Con el
surgimiento de este fenómeno, de múltiples aris–
tas, el uso de las fuentes naturales renovables de
energía comenzó a ser ignorado, reduciéndose
significativamente su aportación en el consumo
energético global.
El ostensible deterioro en el planeta, que se
refleja en un grave darla de los ecosistemas y en
los cambios drásticos sufridos en la biosfera, at–
mósfera e hidrosfera, ha sido, sin duda alguna,
el resultado de dos siglos de un proceso de in–
dustrialización, basado en la explotación intensi–
va
e irracional de combustibles fósiles altamente
contaminantes, tales como el carbón, el petróleo
y
el gas, entre otros. Además, esta situación se ha
agravado severamente a partir de la segunda
mitad del siglo
XX,
por una explosión demográ–
fica sin precedentes en el planeta.
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El deterioro ambientaldel planeta se manifies–
ta en fenómenos tales como el calentamiento
globa lo intensificación del "efecto invernadero",
el cual ha dado lugar a
lU1
cambio y distorsión de
los patrones naturales del clima; la reducción
y
destrucción de la capa protectora de ozono en la
estratosfera; la creciente deforestación y la des–
trucción de las selvas tropicales (los pulmones
naturales del planeta); la producción de lluvia
ácida, que afecta tanto al patrimonio histórico de
la humanidad como a los seres
vivos;
la forma–
ción de esmog fotoquímico; la contaminación en
océanos, ríos, lagos; la contaminación debida a
desechos sólidos (basura y desperdicios de todo
tipo); la contaminación lumínica y la contamina–
ción intramuros en edificaciones, etcétera.
Por lo que respecta al medio ambiente cons–
truido por el hombre, también ha sido evidente,
sobre todo a partir de la Revolución Industrial,
el uso inadecuado e irracional de los combusti–
bles fósiles, situación que ha
provocado
diversos
problemas en el medio ambiente. En efecto, una
gran parte del deterioro ambiental
provocado
en
la Tierra es el resultado de acciones humanas
depredadoras en la industria, el transporte, los
comercios y servicios, así como en los edificios
en los que el homb re habita, trabaja y se recrea.
Esta situación ha sido provocada, principalmen–
te, por la excesiva e inadecuada utilización de
los energéticos fósiles convencionales, tales co–
mo ca rbón, petróleo y gas natural en los edificios.
En la actualidad, cerca de 50% de la energía
comercial del planeta se consume en los
diver–
sos géneros de edificios, tanto en comunidades
u rbanas como ru rales (figura 11.2). Por lo tanto,
es necesario y urgente llevar a cabo acciones
orientadas a hacer un uso más sensato de la
energía en las edificaciones del medio ambiente
construido y a integrar armónicamente dichas
acciones con el entorno natural, con un carácter
sustentable, es deci r, de forma tal que se satis–
fagan las necesidades presentes del hombre, sin
poner en riesgo la posibilidad de que a su
vez
las futuras generaciones satisfagan las propias,
teniendo como objetivo primordial la consecu–
ción del equilibrio de los diversos ecosistemas
que form<l n parte integral de nuestro hábitat
natural.
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