Hay varios hechos que deben considerarse para ello. En pri–
mer lugar, hay que tomar en cuenta que la difusión de las
máquinas automáticas para producir tortillas es un fenómeno
fundamentalmente urbano, que surge como una necesidad de
la industrialización. Este fenómeno hace que se expanda la
demanda pero a la vez que se límite, pues la adopción de la
tecnología de la producción de las tortillas en forma automa–
tizada tiene varios requerimientos que el sector rural difícil–
mente satisface. Ellos son entre otros, los siguientes: las
máquinas requieren de la existencia de una demanda de tor–
tillas considerable y concentrada En el campo, en cambio,
prolifera la dispersión de la población. El sector rural tiene
mayor arraigo a ciertos hábitos de consumo (las tortillas de–
ben ser hechas a mano, consumirse recién elaboradas, moda–
lidad que en el sector urbano paulatinamente tiende a desa–
parecer). Los campesinos producen su maíz y lo procesan
para su propio consumo. Por último, conviene recordar que
una mayor porción de los ingresos de la población rural se
dedica al consumo de alimentos, dentro de esto la parte des–
tinada al consumo de maíz es proporcionalmente más impor–
tante que la del medio urbano. 12
En resumen, si hiciéramos dos curvas de difusión, una co–
rrespondiente al sector urbano y otra al rural, la primera, se
acercaña muy rápidamente a la saturación, o sea, al 100% de
tortillas producidas por máquinas automáticas; mientras que,
la otra, tendrla una pendiente menor y estaña por debajo del
40%.
De
este conjunto de consideraciones, desprendemos la si–
guiente hipótesis. El patrón de difusión muestra dos etapas.
Primera: período de mayor difusión fundamentalmente en el
u
Vlase
el
:apartado
dedicado a
" La
composiciÓII
de
la
demanda efectiva de
maíz", en
C.
Moota6ez
y
H. Aburto.
Maú:, Polf';CQ lnstitveional
y
Crisis
Agrlcolo.
México,
Ed.
Nueva Imagen, 1979,
pp.
155-158.
48
1...,40,41,42,43,44,45,46,47,48,49 51,52,53,54,55,56,57,58,59,60,...100