Los suicidad en la literatura - page 164

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Tema y Variaciones de Literatura 40
Esos once intensos textos que formaban el volumen, eran los
mismos que se fueron al entonces prestigioso Premio Casa de las
Américas de Cuba y que, como se dijo en su momento, supieron
contemporáneos de nuestro autor y testigos del mismo, no ganó el
premio por una decisión emotiva de Henrique González Casanova,
quien por cierto siempre estuvo enquistado como burócrata en la
unam
, y a la sombra de su hermano Pablo —Rector de la
unam
,
maestro de la
fcp
y
s
y de todos mis respetos—. Es probable que al
saber los pormenores de esa decisión, le causaran a Moncada Ivar
molestia, desencanto y desilusión que lo afectó en alguna medida,
pero además de que ganó un libro de cuentos y de un autor de quien
ahora nadie se acuerda.
Muchos años después, entre 1982 y 1983, trabajé en el equipo
de noticias de Radio
unam
como redactor y ahí conocí a Natacha
“Noika” Moncada, quien también trabajaba ahí y a la vez era cono-
cida de José Nemorio Mendoza, pero no se asociaba al uno con la
otra y entonces, y a casi 30 años de su suicidio, se preparó una edi-
ción especial del volumen anterior con nuevos textos y que se tituló
Perros noctívagos y otros relatos.
2
Dos
Hay muchos motivos por lo que se debe de poner mucha atención en
la narrativa de Moncada Ivar, pero de entrada esgrimiríamos dos: uno,
que por principio nos ofrece una prosa limpia, bien pulida, clara, con-
cisa, precisa, en cuanto al cómo escribe, y en cuanto al contenido,
ésta es intensa, profunda, pero nunca se despega de la tierra y, aún en
los relatos más insensatos, no deja de presentarnos la esencia humana
a través de la angustia, la desesperación, la impotencia, el miedo, ante
ciertos actos y hechos que nos marcan y que nos presagian, a nosotros
y a los personajes; el motivo dos es porque fue un escritor profun­
damente coherente y consecuente con su pensamiento y las circuns-
tancias que le tocaron vivir y que, además, hizo al final un gran acto
temerario o valiente, según se vea, acabar con su vida: suicidarse.
En cuanto a su escritura, no podemos dejar de pensar en la litera-
tura del “lado moridor” —según el decir de Evodio Escalante— y el
2 
L. Moncada Ivar,
Perros noctívagos y otros relatos,
México,Tintas Editores,
1996. 256 pp. Postfacio de “Noika” Moncada. Texto de presentación de Sergio
Monsalvo C.
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