Gloria Ito
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militar, capaz de reformar políticamente a Japón y eliminar la na-
ciente democratización. El final será trágico: fracasará en sus pre-
tensiones y, movido por la sombra de la vergüenza, decidirá
quitarse la vida.
Puede compararse, según Francisco Rosas Novalbos, la vida de
Yukio Mishima con la vida del Japón contemporáneo.
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Siguió sus instintos y deseos, cual pasiones exacerbadas, sacrifi-
cio no vano. Muy en el fondo había meditado y reflexionado su per-
manencia en este mundo y decidió la trascendencia, por medio del
mujo, anitya
en sánscrito. Este término budista que expresa la doc-
trina de que todo lo que nace tiene que morir y que nada permanece.
Se refiere a la separación, a la muerte, a lo inmutable, a lo que se-
gún se dice, en latín, se conoce como
lacrimae rerum
.
Como descendiente de samurái no olvidó el camino del
bushi
que se introyectó en él por su abuela, Natsu: los principios morales
enseñados a los caballeros del Japón antiguo y que se perpetúan
hasta hoy día, apoyados en una ética de principios sólidos. También
están presentes el shintoismo, el budismo, el confucianismo y las
prácticas de Mencio que contribuyeron en gran medida a la forma-
ción de su carácter. El shintoismo que está basado en valores éticos
de afinidad y pureza de lo innato y el amor por todas las cosas vivas
y una profunda enseñanza de la lealtad al soberano. El budismo, que
procura un sentimiento de confianza, de una sumisión tranquila ha-
cia lo inevitable, el estoicismo frente al peligro o la desgracia, el
desdén ante la vida y la amable acogida de la muerte. Se basa en
siete principios que parten de siete virtudes:
gi
o justicia que consis-
te en la toma de decisiones correctas,
yuuki
o coraje, no el coraje he-
roico ciego, sino aquel inteligente y fuerte; el
jin
, la benevolencia
mediante la compasión;
rei
, el respeto y la cortesía del samurái;
makoto
que consiste en la honestidad y la sinceridad absoluta;
mei-
yo
o el honor y el
chuugi
o la lealtad. El
zen
, equivale al “dhyana”
indio. Representa el esfuerzo humano por alcanzar, mediante la me-
ditación, las esferas del pensamiento, transportado más allá de la
expresión verbal. Utiliza como método la contemplación. Lo que no
supo dar el budismo, el shintoismo lo dio en abundancia.
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La leal-
tad hacia el soberano, la veneración a la memoria de los antepasa-
67
Francisco Rosas Novalbos, “Filosofía y fascismo en Yukio Mishima”, en
Cua-
derno de Materiales y Ciencias Humanas
, p. 74.
68
Inazo Nitobe,
Bushido: el corazón de Japón
, p. 47 y s.