Gloria Ito
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decrepitud que se descubre en las imágenes de otros santos, en cambio,
sólo se advierte la primavera de la juventud, sólo luz, belleza y placer.
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Y continúa:
Su desnudez blanca e incomparable resplandece contra un fondo cre-
puscular[…] sus ojos bien abiertos, contemplando con profunda sereni-
dad la gloria del cielo. No es el sufrimiento lo que le ronda el pecho for-
zado, el abdomen tenso, las caderas levemente contorsionadas, sino un
temblor de placer melancólico como música. De no mediar las flechas
con las puntas hundidas profundamente en la axila izquierda y el costa-
do derecho, parecería más bien un atleta romano descansando, apoyado
contra el árbol oscuro de un jardín. Las flechas han penetrado en la car-
ne tersa, fragante, joven, y están por consumir el cuerpo desde dentro
con llamas de suprema agonía y éxtasis. Pero no mana sangre, ni se ve
la multitud de flechas presentes en otras imágenes del martirio de Sebas
tián. En vez de eso, dos flechas solitarias proyectan su sombra serena y
grácil sobre la suavidad del la piel, como las sombras de un arbusto so-
bre una escalinata de mármol.
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Recuerda aún la experimentación de un gran placer y su primera
eyaculación. La erotización de la muerte le permite hacer del dolor
un placer y de las amenazas de destrucción, la promesa del goce. El
gusto por la nada lo lleva al sacrificio. Sediento de una búsqueda de
absoluto, mezcla la belleza, el amor y el anhelo de lo divino, en una
forma de religiosidad que se hace cada vez más subjetiva, en un es-
fuerzo por reunir este anhelo y el de su propia sensibilidad y el de su
propia singularidad. Narcisismo como modo de identificación.
Aquí hay una marcada influencia en Mishima de Cocteau
(1889-1963)
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y de Gabriele D’Annunzio (1863-1938).
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Es aquí
donde resume su sentir y sus vivencias y posiblemente esta obra fue
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Y. Mishima,
Confesiones de una máscara
, p. 67.
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Loc. cit
.
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Jean Cocteau, homosexual, poeta, novelista, dramaturgo, pintor, diseñador,
crítico y cineasta francés.
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Gabriele D’Annunzio, al igual que Mishima, estudia Derecho. Se les tacha de
fascistas. Su trabajo impacta en toda Europa. Escriben guiones de películas. Sus
obras contienen episodios de gran violencia y descripciones de estados mentales
anormales, junto con magníficas escenas imaginarias. Mishima, al igual que
D’Annunzio, hacen uso consciente de los nuevos medios que tienen a su alcance: la
fotografía, el cine, la revista, aumentando así el alcance de su obra a un público más
vasto.