"Romper la relación de apoyo que existe entre la población y los transgresores de la ley". El 22 de
diciembre de 1997, en Acteal, municipio de Chenalhó, se avanzó a romper esta relación de apoyo de
las comunidades al EZLN con el asesinato de 45 indígenas fundamentalmente ni!"los y mujeres por
parte de los paramilitares forjados al amparo de la militarización. El gobierno de México consideró que
esta masacre fue fruto de "conflictos intra e intercomunitarios" y en vez de perseguir a los culpables y
fincar responsabilidades, aprovechó para reforzar la presencia militar en todo el estado y continuar sus
labores de contrainsurgencia.
Ademas, las comunidades indigenas chiapanecas han sufrido los excesos de los agrupamientos que
conforman las llamadas Bases de Operaciones Mixtas (BOM), integradas por el Ejército Federal, las
corporaciones de Seguridad Pública del Estado, la Policía Judicial del Estado y la Federal, ademas de
la policía migratoria, de manera específica en los lugares donde existen simpatizantes del Ejército
Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Las consecuencias de esta práctica han sido el
desplazamiento forzado de la población en varios municipios que asciende a 20 mil y la proliferación
de bandas paramilitares. Entre los grupos paramilitares que se ha documentado su existencia y que la
misma Procuradurla General de la República reconoce se encuentran: Mascara Roja, Chinchulines,
Paz y Justicia, Movimiento Indlgena Revolucionario Antizapatista (MIRA), Tomas Munzer y Alianza
San Bartolomé de los llanos. Los cuales continúan sus actividades al amparo del gobierno del estado
y el ejército federal.
Podemos concluir bajo este panorama de que en Chiapas no hay estado de derecho sino estado de
guerra latente. La vida cotidiana se ve afectada en todos sus aspectos por la omnipresencia militar y la
amenaza de incursiones, detenciones, asesinatos y violaciones.
En Chiapas no existe el libre tránsito: los retenes militares, policiales y paramilitares impiden a los
campesinos sospechosos de ser zapatistas moverse por las carreteras. La prostitución y la
drogadicción, inexistente antes de 1994 esta llevando a la descomposición de comunidades indigenas
cercanas a los campamentos militares. Enfermedades antes desconocidas para los campesinos.
como el SIDA, se extienden con la presencia de los soldados. Embarazos involuntarios, destrucción
de la célula familiar, ahusos y venta de mujeres son algunos de los resultados de esta situación de
guerra.
Además, lejos de observarse una solución al conflicto los signos son de acentuación del mismo.
Como ejemplo tenemos que los recursos financieros destinados al ejército no disminuyen pese a la
crisis económica de 1995 y la nueva crisis presupuestal que enfrentamos en 1998. Según datos de la
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