de trabajo como de las materias primas (en su mayorla recursos naturales) tenemos que de ningún
modo está podrla operar o en su caso adecuarse para lograr una sustentabilidad, ya que los fines de
una
y
otra difieren y se excluyen.
En relación con los pueblos indios también encontramos una diferencia radical y base del por que
tanto sus territorios, los ecosistemas con los que se relacionan
y
sus recursos naturales no obstante
que también son explotados por los mismos, en su mayorfa permanecen en buen estado; y es
precisamente por que ellos si guardan una "relaci6n
n
con los mismos, ya que los comprenden como
parte integral del todo en el que viven y del que son parte. Esta visión se encuentra claramente
definida en contraposición con la visión occidental, en donde a mi parecer no existe una relación, sino
una depredación de los mismos (y al haber dicha depredación y condenar por lo tanto a ecosistemas
completos, recursos naturales, etcétera, al exterminio no puede haber o lIamársele relación). Es aquf,
en la concepción india respecto a la naturaleza en donde podemos encontrar tanto esa "nueva"
relación hombre-naturaleza, como la cultura ambiental (y visión) idónea que nos lleve a un equilibrio
con nuestro planeta y a no condenarnos a nosotros mismos al no acceso de los mismos.
Replanteamiento del Estado a partir de su elemento étnico
En este ambiente de impunidad , de empobrecimiento, de despotismo, de pollticas bancarias y
fiduciarias que cada vez atentan más contra una oportunidad a una vida integra, no son otros, sino los
pueblos indios la parte más marginada del elemento humano del Estado los que plantean la necesidad
de su replanteamiento (y esto es un acto admirable como acción por parte de uno de los sectores de
la sociedad civil), además de que nos habla de la imperante necesidad del creciente papel protagOnico
que debe de jugar la sociedad civil organizada. Ya que salta a la vista que ahí donde no se respetan
estrictamente todos los derechos humanos (individuales o colectivos) de todas las personas, no es
posible hablar de un Estado desarrollado, sino de un Estado con un bajo o mediano Indice de
desarrollo humano.
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Efectivamente mientras se siga insistiendo en la aplicaci6n de las practicas del sistema politico
occidental no se logrará un crecimiento y desarrollo pleno de los pueblos que conforman al México
actual, sino que se agudizarán las tensiones entre este pluralismo y diversidad con el Estado. Ya que
como hablamos mencionado anteriormente el Estado nace con una tensión interna entre el poder
central, que intenta imponer una unidad,
y
los pueblos diversos que componen una realidad social
~11
Concha Malo, Miguel,
"los
derechos humanos como precondición
de
la democracia, el desarrollo 'J la paz", Revista
paz
y
Justicia
No. 34, México, 1994, p. 43.
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