dobladas que comprobarou ser residentes origina–
les de los predios expropiados y que se encontra–
ban viviendo en los campamentos provisionales.
Las 347 viviendas restantes fueron otorgadas, me–
diante convenios especiales, a integrantes de diver–
sos organismos de damnificados no afeaados por el
decreto expropiatorio.
Por otra parte, algunas familias danmifica-
das con miembros derechohabientes del
INFO–
N A V I T o del FOVISSSTE pudieron convert–
irse en beneficiarios del Programa Emergente de
Vivienda, Fase Uno, además del programa Reno–
vación Habitacional Popular. Así, muchas familias
lograron su desdoblamiento en dos hogares
En cualquiera de los casos, es evidente
que el tamaño reducido de las nuevas viviendas y,
sobre todo, del alojamiento provisional, propició
el desdoblamiento dc los hogares. Además, las
propias inseguridades e inconveniencias sulridas
por las familias desde el sismo hasta la entrega de
las viviendas - un lapso que duró por lo menos un
año - .seguramente contribuyeron a los reajustes ex–
perimentados cn la compo,sición de los hogares,
Disminución
de la
Población Económicamente Ac–
tiva
La reducción del tamaño de algunas de
las familias benficiarias del programa Renova–
ción Habitacional Popular ha conducido, a cor–
to plazo por lo menos, a una reducción co–
rrespondiente en el número y proporción de
población económicamente activa. Lo anterior se
debe a que los habitantes que dejaron de vivir en
los predios afectados - las familias
desdoblad3
.s,
entre otros - corresponden mayoritariamente a
una población adulta, incorporada a las actividades
económicas.
Como ya hemos señalado, la propor–
ción de población económicamente activa entre
los beneficiarios del programa, cuando vivían en
las viviendas anteriores, era relativamente baja - el
33.9% de la total. En la situación actual, este in–
dicador se reduce aún más - al 33.4%. En otras
palabras, si antes había 1,014 personas que trabaja–
ban, en una población total de 2,993 registrada en
la encuesta, después de ocuparse las nuevas vi–
viendas, esta cifra había bajado a 925 personas in–
corporadas a actividades económicas, de una po–
blación total encuestada de 2,768: una pérdida
de casi cien personas económicamente activas entre
las 573 familias encuestadas. L o anterior con–
tradice diametralmente las opiniones expresadas
por los beneficiarios entrevistados, en el sentido
de que se incorporaría un mayor número de
miembros de la familia al mercado de trabajo
para enfrentar los crecientes gastos habitacionales.
El cuadro 1.11. señala otro indicador del
mismo fenóomeno: el cambio registrado en la pro–
porción de personas que trabajan, en relación con
el número total de ocupantes de las viviendas por–
cada una de las áreas-testigo. Se puede observar
que en el área donde se experimentó la mayor dis–
minución cn el número promedio de habitantes
por vivienda, la zona Centro-Merced, es también
donde hubo la reducción más pronunciada en
la población económicamente activa. Por el con–
trario, en la Colonia Guerrero, la población eco–
nómicamente activa se mantiene prácticamente
inalterada.
Implicaciones del Cambio en ia Tenencia para
ios
Roles Familiares
La transición de inquilinos a propietarios
introduce una nueva relación entre los habitantes
y su vivienda: la de los derechos de propiedad,
con todo lo que ello implica en términos económi–
cos y patrimoniales. Ya se ha hecho mención del
efecto de dividir las familias compuestas que, en
algunos casos, resultó del otorgamiento del certifi–
cado dc derechos. A continuación se presentan
algunas consideraciones sobre otros cambios indu–
cidos en los roles familiares por el programa Re–
novación Habitación Popular.
Las indagaciones preliminares de este es–
tudio arrojaron varios casos de beneficiarios del
programa en los que se presentaban situaciones
potencialmente conflietivas en torno a los dere-
1...,187,188,189,190,191,192,193,194,195,196 198,199,200,201,202,203,204,205,206,207,...470