La gran variedad de! número de habitan­
tes рог vivienda se relaciona estrechamente con la
variedad, igualmente amplia, de tipos de arreglos
familiares. Enlre la población damnificada, rcsi–
denlc de las colonias populares centrales, cs nota–
ble
la relativa alta incidencia dc familias no-nu–
cleares, es decir, todos los arreglos que escapan
al esquema de "padre, madre e hijos". En espe–
cial, se puede observar un número desproporciona–
do de familias de tres generaciones (extensas
verticalmente), arreglos uni- y bi-personales, vi–
viendas con más de una familia, parejas sin hijos,
etc. El cuadro no. 1.7 compara los resultados de
nuestra encuesta con la encuesta dc damnificados
realizada por el Instituto de Investigaciones So–
ciales de la U N A M .
Es preciso aclarar que
nuestra encuesta refleja la composición familiar
actual de las familias beneficiadas, cs decir, des–
pués de ocupar las viviendas nuevas o renovadas,
lo que significa necesariaroenie una sub-estima-
ción de las familias poli-nucleares originales.
Las familias no-nucleares tienden a tener
menos niños en relación con los adultos, lo que
se traduce, a su vez, en un menor índice de de–
pendencia: la población de entre 15 y ó4 años divi–
dida por la población de menos de
15
años más la
mayor a 64 años (Micr y Terán y Rabell 1976, 23).
Esto, a su vez licndc a traducirse en proporciones
de población económicamcnie activa (P.E.A.) rc-
talivumente altas, en este tipo de familia. Dc
acuerdo con los dalos censales de 1970 y 1980,
la
P.E.A. en las áreas céntricas se aproxima al 43%
del la población lotal; porcentaje bastante supe–
rior al promedio para lodo cl Distrito Federal.
Una causa importante de este porcentaje tan alto
de población económicamente activa, es la mayor
incorporación de las mujeres a actividades remune–
radas, situación hecha posible, entre oirás cosas,
por el acceso a las lucnles dc emjilco concentradas
en el área central dc l:i Ciudad (Duhau si) ^ .
Enlre las familias encuestadas en cl pre-
•senle estudio, la P.E.A. promedio anterior (es de–
cir, considerando a los habitantes de las viviendas
originales sustituidas) cs basianlc inferior a los
promedios ccn.saics: 33.9%. Dicho porcentaje,
ciertamente, esconde una amplia dispersión dc si–
tuaciones. Mientras en el
52%
de las familias
Ira-
bajaban (anteriormenle)
U n a
sola persona (o na–
die),
e n
cl
2 r f
de las mismas, trabajaban más de:
tres de sus miembros. También el nivel de la
P.E.A. anterior varía sustancialmente, de acuer–
do con el área-testigo, siendo bastante más alto en
la zona Centro y más bajo en la Colonia Guerrero.
Lo anterior parece indicar que la población
beneficiaria del programa Renovación Habilacional
Popular no es representativa del promedio dc la
población de las zonas afectadas. Por el con–
trario, se Irata de los habitantes que, como prome–
dio grupal, están en una situación económica rela–
tivamente desventajosa; en este caso, manifiesta
por el bajo promedio de P.E.A. y el relativa–
mente alto número promedio de habitantes por
vivienda.
Sin embargo, es necesario insistir en
la heterogeneidad, ya señalada, entre los mismos
beneficiarios del programa.
En resumen, la estructura familiar de
la población beneficiaria del programa Reno–
vación Habitacional
Popular presenta rasgos
que
la
distinguen, no sólo del resto de
la
pobla–
ción metropolitana y, sobre todo, de los poblado–
res de las colonias populares periféricas, sino lam–
bién de otros habitantes de las áreas centrales.
Una parle de la población encueslada se compone
de núcleos familiares relativamente reducidos que,
en proporción sustancial, no corresponden con
cl patrón dc la familia nuclear; cs una población
relativamente madura con altas tasas dc participa–
ción en las actividades económicas. La parte ma–
yoritaria de la población, sin embargo, se consti–
tuye por familias numerosas con bajas tasas de
participación económica. Lo anterior redunda
en las condiciones y caraclerísiicas económico-
laborales que a continuación se detallan.
.Situaci^m ELcnnóitiíca-luborui
de
los RenenclarloN
Dadas las orientaciones del programa Re–
novación Habitacional Popular, su población bene–
ficiaria se identificó como aquella que no podía ac–
ceder a los sistemas convencionales de financia-
mienlo habilacional existentes en el país. Es decir,
teóricamente por lo menos, se trata de una po–
blación con reducidos ingresos comprobables,
escasa capacidad de ahorro, empleo inestable; en
fin, con una serie dc condiciones que ie impiden
1...,179,180,181,182,183,184,185,186,187,188 190,191,192,193,194,195,196,197,198,199,...470