su
vez,
las posibilidades de obtener una muestra
representativa. En efecto, el número de predios
encuestados representa el 67% dc todos los pre–
dios entregados antes del lo. de octubre de 1986:
prácticamente todos (94%) de los predios adjudi–
cados para esa fecha, en las cuatro áreas-testigo
abordadas en este estudio.
Incluso, cuando la in–
vestigación se entregó, en junio de 1987, todavfa
no se contaba con los datos operacionales ofi–
ciales y definitivos del programa; como es natu–
ral en cualquier proyecto de esta magnitud,
sus características cualitativas y cuantitativas se mo–
dificaron en cl transcurso de su realización. Asi, y
65 necesario enfatizarlo, este capítulo se refiere a
un universo Limitado del programa Renovación
Habitacional Popular: ias primeras viviendas
entregadas.
A pesar de las limitaciones anteriores, el
estudio aporta elementos relevantes, no sólo a
propósito de la evaluación del propio programa de
Renovación Habitacional Popular, sino también en
función de la urgente tarea de mejorar los criterios
y normas de diseño aplicados en los proyectos de
vivienda popular.
En este sentido, e inde–
pendientemente de las criticas planteadas a uno u
otro aspecto concreto, la experiencia de Reno–
vación Habitacional Popular, constituye un labiwa-
torio privilegiado para conocer las implicaciones
sociales de las soluciones operacionales, finan–
cieras y arquitectónicas de vivienda
¿Qué otro
proyecto viviendista del sector ptilico mexicano ha
reconocido la importancia del arraigo de la pobla–
ción?
Los resultados dc este estudio demues–
tran que el significado del arraigo va más allá
que la residencia en la colonia; para la constitu–
ción de una comunidad urbana, también es cru–
cial la permanencia de la población en la misma
calle, incluso en ta misma vivienda y con los mis–
mos vecinos. Pero el arraigo no es todo; aún
cuando se logra conservar ¡a unidad vecina] • como
fue el caso en la mayoría de los proyecto dc Reno–
vación Habitacional Popular - el cambio a las nue–
vas viviendas altera las relaciones sociales, dentro
y hiera de la casa.
Un aspecto poco estudiado
hasta
ahora es la transición de inquilino a
propietario. Influyen, además, la individualiza–
ción de los servicios, las nuevas dimensiones de
los espacios interiores y exteriores, la desaparición
de la portera. En fin, a pesar de todo lo dicho
acerca de la reconstrucción de la vecindad tradi–
cional, este objetivo no se logró. Les siguientes
páginas te permitirán al lector conocer las venta–
jas y desventajas de los proyectos de Renovación
sobre las vecindades y departamentos que sustitu–
yen.
Es importante reconocer el esfuerzo y desem–
peño de quienes participaron en la realización de
este estudio.
La coordinación del trabajo de
campo estuvo a cargo de María Emilia Herrasti;
Silvia Cátala hizo la revisión y саршга de las cédu­
las, y las siguientes personas participaron en el
levantamiento de la encuesta: Olivia E. Limón,
Josefina Lozano, Norma Nava, María Elena Ríos,
Cristina Sánchez Mejorada y Rosaura Unzucta.
José AJvarez, María Eugenia Martínez, Amulfo
Rosales, Cristina Sánchez Mejorada y Rosaura
Unzueta realizaron
las
entrevistas colectivas.
Marco Aurelio Villalobos coordinó el estudio
lécnico de los cuarenta predios, en el cual también
a)laborarün Aristeo Ángulo, Domingo Ángulo,
Celia Gastéwm, Eugenio Gutiérrez y Horacio Rol­
dan.
Se aprovecha este espacio para agradecer,
también, a ios funcionarios de Renovación Habi­
tacional Popular que apoyaron esta investigadóo;
en especial, fueron imprescindibles las orienta­
ciones, correcciones y sugerencias aportadas por
Carlos Cuauhtle y Laura Rico a lo largo de nu­
merosas sesiones para revisar los borradores y
entregas parciales.
Por supuesto, los errores y
omisiones que adolece este estudio son la respon­
sabilidad unica de la autora. Por ultimo, se le
agradece a Emilio Duhau por su paciente labor en
revisar la versión Гша! de este trabajo.
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