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cia, El efecto de un color diluido y el mismo aclarado con
blanco, es semejante a lo que sucede con el café para be–
ber, si se diluye queda un café aguado cada vez más trans–
parente, si se le añade leche, se vuelve opaco y blancuzco.
Si se obscurece con negro el color pierde fuerza por lo que
hay que emplear otros tonos obscuros como el café, azul ul–
tramar, púrpura, verde obscuro, etc. para resaltar y matizar
el color.
No será posible trabajar superponiendo un color claro sobre
uno obscuro pues éste siempre se verá, sino al revés, pues
el color obscuro si podrá cubrir al claro.
Se aplicará el color de atrás hacia adelante, o sea los obje–
tos lejanos y fondos antes que los cercanos, de lo contrario
los fondos aparecerán como superposiciones .
Los colores blancos se reservarán dejando espacios blan–
cos en el color, igual para brillos en colores claros
En la acuarela se puede pintar húmedo sobre húmedo o sobre
seco, es decir si se humedece previamente el papel con agua
limpia y se le aplica pintura, con el pigmento diluido en agua, la
superficie no es capaz de absorber mucho color perdiéndose la
nitidez en los contornos al extenderse el tinte: esta forma de
aplicación es conveniente para objetos poco detallados y fon–
dos esfumados y
nu~ados.
Si la pintura preparada con agua se
aplica directamente sobre el papel seco, los límites de las su–
perlicies de color y los colores puros e intensos pueden ser per–
fectamente definidos, sin embargo las correcciones son más
difíciles y siempre hay que esperar que el color seque perlecta–
mente bien antes de aplicar otro junto al primero, para que no
se invadan mutuamente provocando mezclas Indeseadas.