d f r i i m b n con gran dificuliad una ve?, en m o v i m i e n l o . Por Unno, debemos
ser excépticos ante la probabilid;id de un c i m b i o institucional de importan–
cia en el f u t u r o inmediato. Probablemente el efecto más directo de este de-
bale desarrollado en E u r o p a sea la adap)at.i('>n politica e intelectual al fe–
n ó m e n o de desempleo masivo de larga duración. Si esto es cierto, los par–
ticipantes de izquierda en el debate estaiian c o n t r i b u y e n d o a la consolida–
ción de la división de la sociedad en aquellos con empleos permanentes y
aquéllos sin e m p l e o , aunque tengan las m c i o r e s intenciones de c o m b a t i r
esa división.
E n los Estados U n i d o s la discusión va más en la línea de reunificar Ira-
b a j o y prestaciones sociales. E l sistema americano de subsidios mínimos
para madres solieras y sus hijos, en el ci>nicxio de una fuerte herencia ra–
cista, j u n t o c o n el d e s m a n t c l a m i c n t o de los programas de e m p l e o público,
está a y u d a n d o al m a n t e n i m i e n t o y reproducción de una subclase social lo–
calizada en los «ghettos» C o m o en E u r o p a , hay variantes de izquierda y
de derecha d e n t r o de esta tendencia de acercar política social y mercado
de t r a b a j o E n Massachussetis. un p r o g r a m a de Educación y F o r m a c i ó n
— d e tipo s u e c o — ofrece a los beneficiarios de servicios sociales la opción
de incorporarse al mercado de t r a b a j o , mientras que en estados más con–
servadores el « w o r k f a r e » se desarrolla c o m o un instrumento de disciplina
y castigo (en el «Financial T i m e s » del 2 de julio de IVKíi se puede encon–
trar u n breve pero magnífico resumen de este tema).
E l debate europeo debería prestar más ¡iiención a las experiencias y ten–
dencias americanas. Debería tener presente, en concreto, que los benefi–
ciarios de la existencia de unas prestaciones mínimas al margen del merca–
d o de trabajo n o sólo serían jóvenes que abandonan la universidad y amas
de casa de clase m e d i a , que tienen recursos sociales fruto de su desarrollo
personal con los que poder contar. ¿ Q u é posibilidades tendrían los descen–
dientes de inmigrantes recientes y otros grupos marginados, p o c o educa–
dos, inseguros, desempleados de larga duración? A u n q u e todavía la pobre–
za puede que n o sea tan extrema c o m o en ios Estados L'nidos. ya existen
ghettos en las grandes ciudades de prá( ticamente todos los países de E u –
ropa Occidental, E l a b a n d o n o de la política de e m p l e o no haría sino au–
m e n t a r su t a m a ñ o ,
l.ii experiencia de la crisis de 1974 los"! demuestra que el m a n t e n i m i e n –
to del pleno e m p l e o n o depende del m : i o l c n i m i e n t o de tasas elevadas de
c r e c i m i e n t o e c o n ó m i c o Para u n grupo de l ó países de la O C D E las dife–
rencias en la tasa de crecimiento explican tan sólo el 15 % Je tas diferen–
cias en el crecimiento del desempleo eoirc I'í73 y Í9t(4 ( T h e r b o r n . 1986,
p 44) Esto significa que la vuelta al pleno e m p l e o no exige necesariamen–
te de la vuelta a altas lasas de c r e c i m i e n i o e c o n ó m i c o . A q u í , de n u e v o , es
importante el peso de las instituciones desarrolladas a l o largo de la histo–
ria. E n contraste c o n los efectos del desempleo en I93l>. el desempleo ma–
sivo actual ha tenido m u y p o c o impacto político. Desde la ciencia social se
pueden dar m u y pocas esperanzas de un c a m b i o en la polític.i de e m p l e o
L o más p r o b a b l e es que en el f u t u r o previsible se mantengan
presiones
que el desempleo eie>-ce sobre aquellos Estados de BicncsiLn q^ie han sido
incapaces de alcanzar el pleno empleo.
Para estudiar las teorías de la cnsts del Estado de B i c n c M T has^das en
los argumentos de desintegraaón social e ineficacia es c o n ^ e m - n t e realizar
un rodeo teórico analizando, en primer lugar, qué es el Estado de Bienes–
tar.
El Estado de Bienestar como un Sistema Social de Reproducción
H n n u n a
que provee bienes públicos
y
privados
Las políticas y pactos a los que hace refereiKia al t é r m i n o - Estado de
Bienestar» tienen que ver con la aportación que el estado rc-iliza a la re
producción simple y ampliada de la población nacional, m.intenténdola
viva, asegurando su reproducción intergeneracional e incrementando su
cantidad y/o sus condiciones de vida.
L a aportación del Estado a ¡a reproducción h u m a n a se mjlertaliza en
lo que en términos económicos se conoce c o m o bienes público'- s privados
Los bienes públicos son bienes de consumo n o rival o. de forma más ge–
neral, bienes de cuyo c o n s u m o no se puede excluir a los que no pagan, o
su exclusión es m u y costosa. L a n o rivalidad en el c o n s u m o significa que
el c o n s u m o que hace A de un bien no impide el — p o s i b l e — consumo del
m i s m o bien p o r parle de B. Los bienes privados, incluso si son de provi–
sión estatal, son de c o n s u m o rival (ver T h e r b o m , 1987),
L a provisión estatal con vistas a garantizar la reproducción simple de
la fuerza de t r a b a j o , un m í n i m o de supervivencia y subsistencia, es un bien
público en virtualmente todos los Estados desarrollados, Pero el aumento
de la cantidad y calidad, y la m e j o r a de las condiciones de
e la po–
blación también pueden ser un bien público. L a cantidad yVo calidad de la
población puede ser una fuente de poder o riqueza para lodos los m i e m –
bros de una c o m u n i d a d geográficamente delimitada. Las políticas de inmi–
gración, de estimulo de la tasa de natalidad — o , por el contrario, de dis–
m i n u c i ó n — . de educación y salud pública, tienen carácter de reproducción
ampliada de la fuerza de trabajo. Las condiciones sociales generales рагл
alcanzar un nivel de vida m e j o r — s o b r e el m í n i m o de subsistencia— t a m
bién pueden constiluir un bien público provisto por los Estados de Bienes
tar,
Los Estados de Bienestar también ofrecen bienes privados, de cuatro
tipos distintos. U n o s están relacionados c o n las exiernalidades de merca
d o , beneficiando a un sector de la población del que otros sectores tam
bién se benefician, por e i e m p l o . transferencias que generan estabilidad p<'-
lítica o regulaciones sanitarias que impiden la extensión de una enferme