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mayor de Panamá, don Bernardo Ceballos, para que
hicieran el trazado del hoy Casco Antiguo;…. y adop-
taron, para la defensa, los planos de las ciudades
europeas de Amberes y Estrasburgo.”
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La ubicación de la ciudad sobre el arrecife que
cada siete horas aproximadamente cambia de nivel,
la protegía de los ataques pues los navegantes no
se percataban de la profundidad del mar. La subida
de la marea era tal, que en el área de las bóvedas,
antiguas cárceles de la época colonial y del siglo pa-
sado, al crecer la marea, el agua les subía hasta el
cuello a los prisioneros.
El trazo de la ciudad corresponde al planteado
por Bautista Antonelli con calles rectas,
la plaza central con la Catedral cuyas torres
con incrustaciones de concha nácar, eran recono-
cidas, en el período colonial, como las más altas de
América Central y del Sur y el Palacio de Gobierno.
La plaza de armas se convirtió en la Plaza de
Francia y el interior de lo que fuera la fortaleza militar
de Chiriquí rinde hoy homenaje a los franceses que
iniciaron la empresa canalera soñada por los espa-
ñoles y que hoy es parte esencial de la economía
panameña.
Los conventos de distintas órdenes acompaña-
ron a los edificios civiles y a los palacios de distintos
estilos, de los que me permito destacar el del Teatro
Nacional conocido como “teatro de las monjas “en
los terrenos de lo que fuera el convento de la Inma-
culada Concepción.
El edificio que alberga hoy el Museo del Canal
Interoceánico data del siglo XIX, cuando se inauguró
como el “Gran hotel”. Lo interesante de su estructura
en la inclusión de la novedad arquitectónica de su
tiempo, la mansarda en honor del arquitecto Francis-
co Mansarde.
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Gómez, Efraín; Levy, Shoshanna.
Panamá, el Casco Antiguo
. Editart S.A. de
C.V. Bogotá, Colombia. 1999. Pág. 12.
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