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Tema y variaciones de literatura 43
declaró dirigente para eximir y defender a los estudiantes–. Se le
acusó de ser el autor intelectual, entre otros nueve delitos. Al res-
pecto de la cárcel, su
habitat
durante innumerables años, escribió:
“Quien no puede soportar la desesperación de la cárcel es que
tampoco puede soportar la desesperación de la libertad”.
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Para
Revueltas las rejas fueron las de
El Apando
, las de la ciudad, las del
país y las del mundo.
En Lecumberri compartió crujía con Eli de Gortari. Estuvo ahí
con Eduardo Lizalde, Enrique González Rojo, Huerto Quiroz, Juan
Manuel Dávila. Apoyado por Raúl Álvarez Garín (
IPN
), Gilberto
Guevara y Marcelino Perelló. La cárcel se caracteriza por ser un es-
pacio estrecho y por tanto doblemente asfixiante para reos y sen-
tenciados, tanto por su contexto físico reducido como por la sen-
sación de ahogamiento que provoca. Condiciones extremas de
hacinamiento, amén de sufrimiento; mínima higiene, si es que la
había; pésima alimentación y administración, aunados a una co-
rrupción desmedida, mala compañía, impunidad y abusos.
En
Los errores
se postula al hombre como un ser erróneo, un
ser condenado a equivocarse. En esta obra, intertextualmente, Re-
vueltas también confronta la inexistencia histórica del Partido Co-
munista con algunos pasajes de su
Dialéctica de la conciencia.
Y
éste es un ejemplo más de que el fondo y la forma no se separan,
sino que por su naturaleza se entretejen intra- e intertextualmen-
te. Revueltas diserta sobre el espíritu humano, mostrando cohe-
rencia en su obra política y literaria.
LA AUTOGESTIÓN SOCIAL
José Revueltas repercutió de manera convincente y rotunda en el
movimiento del 68 en donde participa con Roberto Escudero. Para
Revueltas era una necesidad el que la clase obrera pensara y lucha-
ra por sus intereses. Siempre estuvo a favor de la autogestión y del
socialismo. Para él, la Unión Soviética fue la nación socialista o pa-
tria del proletariado, que pese a sus diferencias (stalinismo y neos-
talinismo después) vislumbró el marco propicio para la desapari-
ción de la enajenación humana. Tenía la ilusión de una sociedad
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Ana García Bergua, en
La Jornada Semanal
, núm. 1006, domingo 15 de
junio de 2014.
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