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Tema y variaciones de literatura 43
desde 1977 la publicación de sus obras completas en Ediciones
Era, labor que, tras casi cuarenta años, podemos calificar como
sumamente destacada y, por supuesto, afortunada. De veintiséis
volúmenes consta tal compilación, y en ella aparecen desde obras
publicadas en vida de Revueltas hasta los resultados de la indaga­
ción y agrupación de escritos dejados siempre en cuadernos, notas
sueltas o trabajos para la prensa. No sin razón, algunos de los vo­
lúmenes vienen acompañados de la leyenda “Libro inédito” que
muestra los resultados de la enorme labor encabezada por Andrea
y Philippe. En otro lugar, su nieto Juan Cristóbal Cruz Revueltas,
estudioso de la obra de su abuelo, ha prologado una selección de
sus escritos en un título peculiar:
En el filo.
2
Y luego así como otro
de sus descendientes, el músico Román Revueltas ha disertado
con inteligencia sobre la obra de su papá. Cabe hacer mención
que en torno a la familia de José Revueltas se han dado profesores
universitarios de valía, filósofos, músicos, jazzistas, editores, com­
positores. Un motivo de orgullo adicional para los descendientes
directos de mi tío.
Toca, y en los distintos homenajes así se ha dado la “división
del trabajo” familiar, por otra parte a los descendientes de Silves­
tre Revueltas, a su hija Eugenia y a su nieto el historiador Silvestre
Villegas Revueltas, hablar sobre la cabeza de familia. Luego con
razón y en no pocas ocasiones la tía Eugenia, la simpática esposa
del filósofo Abelardo Villegas, se refiere a nosotros como los “Fer­
mines”, al ser cinco los nietos del pintor, del único hijo que tuvo
con la profesora Ignacia Estrada, a saber el ingeniero Silvestre Re­
vueltas. A resguardo de su obra, no nos pareció aventurado que
lleve el nombre de mi padre, y que los descendientes del pintor
juguemos así la parte que nos toca en ese edificio peculiar en que
todos los Revueltas nos hemos convertido, alcanzando por ello
distintas referencias y menciones, de las cuales algunas son simpá­
ticas, otras muy a propósito, otras dignas de ser calladas, y otras
realmente vergonzosas. Por ejemplo, el que en este año haya al­
canzado un reconocimiento que llevó a ilustrar las rejas de Cha­
pultepec, sobre el Paseo de la Reforma, con imágenes y referen­
cias a la vida y los libros de José Revueltas en compañía de otros
dos escritores que nacieron también en 1914: Efraín Huerta y Oc­
2 
Véase José Revueltas,
En el filo,
prólogo de Juan Cristóbal Cruz Revueltas,
México, Universidad Nacional Autónoma de México, Ediciones Era, 2000.
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