José S. Revueltas Valle
29
para las masas y mucho menos para niños:
Ensayo sobre un pro-
letariado sin cabeza
, ¿qué será eso, acaso la historia de un deca
pitado?
Los muros de agua,
¿acaso la vida de un esquimal?,
Apun-
tes para una semblanza de Silvestre Revueltas, Los errores
y un
padre nervioso de cinco hijos, el mayor de trece años, y mi madre
que comenzaba a trabajar en el Museo de las Culturas en el centro
de la ciudad, llegaba y nos hablaba de cosas terribles que estaban
pasando en Tlatelolco, de compañeros de trabajo que allí vivían,
de la ocupación militar, de una palabra que a mi hermana Coral,
de siete años, impactaba: los estudiantes. Refería mi madre sobre
un chico de diez u once años, hijo de una compañera del museo
que vivía en Tlatelolco al que enviaron a hacer un pequeño man
dado, que al salir de su casa fue baleado en las piernas por los sol
dados. De una sirvienta que le dijo a su patrona que se quedaba a
trabajar con ella siempre y cuando no tuviera que salir del depar
tamento, de un miedo generalizado que era patente en la ciudad
a pesar de los Juegos, de la llegada del Fuego Olímpico a Teotihua
can, de los dibujos previos que en el tercero de primaria de la Es
cuela Canadá hicimos, como en muchas otras escuelas del país,
para tal ocasión. Y si a ello se suma el miedo a las matemáticas
que todo chico posee, la situación sólo era superada por las ciuda
des bombardeadas en Europa durante la Segunda Guerra Mun
dial. Quizá fueron los años en que en el país se instauró el miedo
como una forma de “vida” que a lo largo de los años nos llevará,
junto con otros ingredientes, claro está, a nuestro particular esta
do de vivencia y tal vez de desamparo, muerta toda posibilidad de
apelación al derecho establecido y a una convivencia feliz y más
relajada.
Un miércoles por la tarde, olvidado completamente en nues
tra cotidianidad, dejará honda huella en nuestras vidas. ¿Juga
mos futbol, hicimos tarea, vimos
TV
? No lo recuerdo, pero luego
en la reconstrucción del tiempo y de la historia nos enteramos
que no lejos de allí eran masacrados un conjunto de chicos en que
la idea de lucha, quiero creer, estaba íntimamente ligada a su ser.
Al día siguiente, en los principales diarios se refirió el evento que,
y nunca estará por demás recordarlo, a casi cincuenta años de
distancia no ha quedado totalmente esclarecido, ni en la identi
dad de los culpables, ni en los nombres y número de quienes fue
ron asesinados.
Revista_43.indb 29
05/11/14 08:54