José S. Revueltas Valle
31
mente con el ingeniero Heberto Castillo, a quien se sumaron el fi
lósofo Eli de Gortari, los líderes estudiantiles Tomás Cervantes Ca
beza de Vaca y Eduardo Valle, el futuro escritor Francisco Ignacio
Taibo II –II para diferenciarlo de su padre, el excelente narrador de
igual nombre–, el rector ingeniero Javier Barrios Sierra, o algunos
otros que dejaron testimonios de importancia como Luis González
de Alba, pero, ocupando un papel de mayor relevancia, aparecie
ron por su compromiso José Revueltas, por su simpatía al movi
miento Juan Rulfo, baste recordar esa fotografía suya en la expla
nada de la Rectoría de la
UNAM
, y por su actitud las figuras señeras
de Carlos Fuentes, Lázaro Cárdenas y Octavio Paz. 1968 tuvo la
virtud de cribar claramente que entre quienes ocupan las esferas
de gobierno, a las que se sumaron no pocas universitarias en la
actualidad, y los mejores hombres y mujeres del país, media una
distancia de valor y pureza inmensa, de compromiso y actitud ante
la vida mucho muy diferenciada, la dignidad diferenciada que
como valor señala a unos y otros.
En unos meses más se dio el llamado “destape” en favor del
licenciado Luis Echeverría, con la cárcel de Lecumberri llena en dos
de sus galerías por presos vinculados con el movimiento estudian
til, a los que se les negó su derecho a ser reconocidos como Presos
Políticos, siendo juzgados como delincuentes del fuero común.
Presos y juzgados no por sus ideas ni su oposición a
El ogro filan-
trópico
, genial definición de Octavio Paz, sino como delincuentes
ordinarios, contra los que luchan, valga el ejemplo, los superhé
roes, como el Estado Mexicano. Los siguientes meses de 1969 y
1970 no debieron ser años sencillos para muchos, ni para el país
en su conjunto. La actitud del nuevo gobierno, las políticas que
encaminó en especial en materia económica, su forma de enfren
tar el problema de los presos del 68, sin referir los síntomas varios
que anunciaban el fin del modelo económico seguido luego de la
Segunda Guerra Mundial, mostraban que la década de los setenta
no iba a ser una década sencilla y que más aún, se iba a encontrar
llena de problemas fundados en distintas vertientes, una de ellas
mucho más complicada de lo que se ha reconocido: la Guerra Fría.
Y en los haceres nacionales el país organizaba un campeonato
mundial de futbol.
Una parte importante de la trascendencia histórica de José
Revueltas se debe sin duda a su calidad como escritor tanto de no
velas como de cuentos, memorias y ensayos, muy complicados al
Revista_43.indb 31
05/11/14 08:54