Tema y Variaciones 43 - page 43

José S. Revueltas Valle
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faban del filósofo español Adolfo Sánchez Vázquez, recitaban sin
comprender la importancia y trascendencia del filósofo francés
Louis Althusser, justificaban su ignorancia y prepotencia en la in­
vención de amistades con pensadores italianos y, claro, no faltaba
quien dijera: “Yo conocí muy bien a Pepe”. La necesaria vestimen­
ta de no pocos autocalificados como “académicos”.
Los tomos de las obras completas de José Revueltas comen­
zaron a circular en esos años, su conocimiento y las citas referidas
a él a aumentar. Ricardo Garibay señaló en alguna ocasión que la
grandeza de un escritor consiste en sobrepasar a su propia gene­
ración, a que años después de muerto se siga leyendo con la vi­
gencia y trascendencia que en su actualidad poseyó. Característica
la han tenido no pocos autores a lo largo del siglo
XX
y señalo a
algunos de los más imprescindibles: Stefan Zweig, Curzio Mala­
parte, Henrich Böll, Alexander Solzhenitsyn, Juan Rulfo, Julio Cor­
tázar, Mario Vargas Llosa, Octavio Paz, Harry Mulisch, Gabriel Gar­
cía Márquez, Ricardo Garibay, Kenzaburo Oé, entre muchísimos
otros. Baste decir que de los anteriores, sólo Vargas Llosa y Oé si­
guen con vida. José Revueltas poco a poco se fue convirtiendo en
un referente de importancia para nuevos universitarios, trascen­
diendo también las aulas y por supuesto a su propia generación.
Las citas de sus libros aumentaron, y con ello fue más conocida su
trascendencia y dignidad, más necesaria su presencia, ante la con­
trastante pérdida de valores y el oportunismo creciente que carac­
teriza a nuestra sociedad. Auguramos que parece habrá Revueltas
por mucho tiempo y que la proclama que apareció pintada en Ciu­
dad Universitaria durante el movimiento del Consejo Estudiantil
Universitario en 1987 seguirá vigente en lo futuro: “Hay José,
¡cómo me acuerdo de ti en estas Revueltas!”
Cada generación tiene el derecho y la obligación de reescribir
la historia del mundo todo, enseñanza que fue de una maestra ju­
día, amiga admirada siempre, la doctora Eva Alexandra Uchmany.
En los breves años que van de 1968 a la fecha muchas cosas han
pasado en el país y el proceso de reconstrucción del siglo
XX
nos
lleva, por ejemplo, a que cada vez aparezcan más testimonios so­
bre los campos de concentración nazi, a que el recuerdo de Aus­
chwitz nos sea presente siempre, para evitar con ello su repetición,
a que veamos y construyamos una percepción muy clara del pasa­
do inmediato para no cometer muchas de las barbaridades ya rea­
lizadas, como la ocurrida también el dos de octubre en Tlatelolco.
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05/11/14 08:54
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