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Tema y variaciones de literatura 43
social fueron enajenadas en nombre del individualismo y la super
vivencia, antes que en atención a los proyectos sociales e históri
cos del país, casi en declarada muerte del sentido de solidaridad
social establecido por la Revolución Francesa y rescatado por la
modernidad en el
Manifiesto del Partido Comunista
, y en nuestro
afortunado caso, por la Revolución Mexicana. Y, resultado de lo
anterior, la sorpresa de que un escritor como mi tío, en donde
constantemente aparece el amor por el prójimo, aquella idea de
que todo ser humano que existe sobre la tierra es digno de ser
amado, sea rescatado, difundido, casi desencarcelado a pesar de
todo para ocupar un lugar fundamental en la reconstrucción del
sentido de la palabra esperanza, lejos de las grandes demostracio
nes institucionales de hoy en día, que olvidan los contenidos y pre
ocupaciones más esenciales de un escritor marxista y se quedan
con una figura que linda entre lo bohemio o el ingenioso escritor
de ocurrencias sin sentido, que nunca fue ni será José Revueltas.
Sea por ejemplo la entrega de los premios llamados Arieles, por la
Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, pasan
do por ciertas justificaciones de algunas autoridades universitarias,
a las que se agregan un pequeño espacio en el recinto legislativo
mexicano o, por supuesto, las “inspiraciones”, por llamarlas de
alguna manera, como las que en su momento tuvo el licenciado
Vicente Fox al referirse a José Revueltas en su discurso de toma de
posesión en diciembre del año 2000. Es claro que ante estos obje
tivos me ganará la familia y los afectos: aunque conocí y traté
poco a mi tío escritor, mucho de la reconstrucción que del mismo
he hecho se la debo a varias personas que lo conocieron, convi
viendo con él en momentos álgidos de la historia del país, en es
pecial durante el movimiento estudiantil de 1968, y al que tam
bién citan constantemente en sus libros y escritos, en su memoria
y modo de vida, siendo muy especial y extensible para el caso de
algunos que no he tenido la fortuna de tratar personalmente. Qui
siera fuera una gran nota académica esta como las que presenta
el doctor Vicente Francisco Torres, o de una vivencia mayor, de un
mayor acercamiento personal y más lucida como las que ofrece el
escritor José Agustín, o estudios sumamente completos como los
realizados por Evodio Escalante, o muy sabios como los de Cristo
pher Domínguez, pero en este caso quise mostrar cómo conocí a
mi tío José Revueltas, cómo de ese parentesco pasé más bien a la
admiración por la vocación y quehacer del intelectual y el escritor.
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