294
295
Proyecto A Muralla) provino del cuerpo de guardas
quienes tenían detrás la experiencia y el conocimien-
to de causa derivado de la práctica diaria. Es un di-
bujo esquemático, con escala gráfica y orientación
norte-sur, ejecutado por el cabo Joseph Altamirano
y fechado el 14 de mayo de 1777. La zanja de res-
guardo ya existente está representada por una línea
sombreada, mientras que la muralla por construir
con una raya delgada y señalada por letras del alfa-
beto en los ángulos de cada tramo; y como puntos
de referencia, para mostrar el trayecto de ambas ba-
rreras, en el dibujo se trazaron las calzadas, identi-
ficadas por su nombre, y el Paseo de Bucareli. A la
derecha del plano se incluye la explicación detallada
de los elementos representados en el dibujo y las
obras que se planeaban realizar: los números 1 a
14 señalan las garitas, del 15 al 32 la localización de
barrios, ejidos, haciendas o ranchos ubicados en el
trayecto de la zanja, y del 33 al 37 el sitio donde se
reubicarían algunas de las garitas.
La segunda propuesta, marcada con la letra B
(Ver Plano 3. Proyecto B Muralla), fue ideada por los
arquitectos peritos. El plano titulado “Plan de las ace-
quias y nueva dirección para el resguardo de alcaba-
las de la Real Aduana” es un dibujo a tinta y acua-
rela, firmado por Joseph Eligio Delgadillo y fecha-
do el 26 de junio de 1777. Esta versión es también
esquemática y fuera de proporción, pero más clara
gráficamente; las edificaciones y puntos de referen-
cia para ubicar el paso de la zanja y de la muralla
fueron representados en alzado de tal manera que
se pueden apreciar las edificaciones de las garitas
señaladas con las letras A hasta la M; algunos tem-
plos situados en la periferia de la ciudad como San
Lázaro, Santiago Tlatelolco, San Fernando, Belén
de las Mochas, así como jacales de algunos de los
barrios indígenas; el Paseo de Bucareli recién inau-
gurado, el huerto de San Fernando y la ciénega que
se extendía en la zona sur de la ciudad. La zanja de
resguardo se representó con una doble línea sinuosa
y sombreada mientras que la muralla, con una raya
delgada y recta señalada con la letra mayúscula N
(nueva dirección) en cada sección. En el ángulo infe-
rior derecho el texto describe la longitud de la zanja,
del cerco y el número de varas que se reduciría la
delimitación fiscal.
Los autores de ambos proyectos coincidieron
en que la muralla debía tener un trazo más regular
y reducido que el de la zanja y, por tanto, las garitas
tendrían que reubicarse. En el noroeste de la ciu-
dad el propósito era que la cerca dejara fuera, en-
tre otros, los poblados de Sancopinca, Nonoalco y
San Antonio el Pobre, barrios que en palabras de los
miembros de la comisión “se hallan reducidos a po-
quísimas gentes miserables, y a ruinas de casas…
no obstante que en lo antiguo fueron dilatadísimos y
muy poblados”.
6
En el sureste, por el contrario, con-
sideraban conveniente dejar “intramuros” los barrios
de San Pablo, Santa Cruz, Jamaica, Acatlán y Cande-
laria porque, según expresan, “se hallan sumamente
poblados de gente artesana, y de otras ocupaciones
y con muchas tiendas que inducen bastante entidad
en los consumos militando también la consideración
de que los Santos Sacramentos se administran por
el cura de la parroquia de Santa Cruz a una gran
extensión de feligresía, y quedando fuera no podría
ejecutarlo con prontitud a cualquier hora de noche,
si hubiese la precisión de abrir y cerrar.”
7
Hacia el
sur planearon que la muralla pasara fuera de la po-
blación dejando al interior parte de la ciénega y de
los pastizales donde se alimentaba el ganado para el
abasto de la ciudad.
La última de las propuestas, la marcada con la
letra C (Ver Plano 4. Proyecto C Muralla), a diferen-
cia de las anteriores, no plantea el perfeccionamien-
to de algo ya construido; en realidad es el boceto de
6 AGI, Audiencia de México, 1997
7
Idem
P
royecto
B
M
uralla
P
royecto
C M
uralla