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Tema y Variaciones de Literatura 40
del Grijalba, pues no pudiendo hacerse superior a los dolores, buscó
en la muerte la paz que siempre huyó de su alma”,
12
o “falleció en
una finca de campo […] de una manera muy triste”.
13
Nada más se
supo, aunque con eso bastó para convertir el suyo en un útil caso
con valor admonitorio, donde se denunciaba cuán mal podían aca-
bar las jóvenes abandonadas estérilmente a sus pasiones; el hecho
también permitía ratificar la existencia de una naturaleza femenina
emotiva e irracional. Testimonio de similar enfoque didáctico es la
nota necrológica dedicada en 1880 a la jalisciense Guadalupe Gó-
mez, “cuyos dedos pulsaron algunas veces la lira”: “era soñadora y
pasó su corta existencia en éxtasis romancescos, habitando mundos
risueños y fantásticos”, explicó el gacetillero destacando lo infecun-
do de tal existencia.
14
En 1907, una anécdota semejante no era ya
anatema sino motivo de burla, como deja ver cierta nota de
El Po-
pular
, dedicada a una joven de Orizaba, quien tras un desengaño
amoroso había intentado suicidarse ingiriendo láudano; el gacetille-
ro la describió “romántica y poetisa (?) decadente”. El signo de in-
terrogación, cargado de sarcasmo, es del original.
15
Caben algunas acotaciones de valor intertextual alrededor de la
interpretación de las inmolaciones de escritoras como la que nos
ocupa. En el horizonte literario de quienes abordaban el tema en el
siglo
xix
, solían asomar dos nombres asociados a suicidios por des-
pecho: Safo y Werther. En la poeta más famosa de la Antigüedad,
nacida en el siglo
xii
a.n.e., y en el personaje creado por Goethe en
1774, se reconocía la existencia de una vena sensible, capaz de
crear poderosos textos sobre el amor (poemas y cartas, respectiva-
mente); pero también se censuraba el violento y descomunal desen-
lace de sus historias. El énfasis del reproche al personaje diecio-
chesco, se situaba en su falta de valor para hacer frente a la vida y
sus contrariedades: un ultraje a la naturaleza masculina. El reproche
a la poeta de Lesbos, en cambio, estaba animado por una suerte de
descargo: en ella había una naturaleza femenina sentimental, pro-
pensa a la debilidad y a la irracionalidad.
No está de más recordar que pendía de alfileres la tradicional
versión según la cual Safo se suicidó (si es que lo hizo). Los datos
12
“Correspondencia particular para
El Monitor Republicano
”, en
El Monitor Re-
publicano
, p. 2.
13
Loc
.
cit
.
14
“Muerte de una poetisa”, en
La Voz de México
, p. 3.
15
Véase “Suicidio frustrado. Romántica y poetisa que intenta suicidarse”, en
El
Popular
, s.n.p.