Felipe Sánchez Reyes
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ra se repetirá la misma tragedia en el territorio, sólo que ellos trae-
rán mayor experiencia para despojarnos de lo nuestro, porque así
ya lo han hecho aquí y en otros países. Nuevamente invertirán las
empresas extranjeras, “caritativas y sabias”, sin riesgos, pues afir-
ma el periódico
El País
del 22 de junio 2014: México es el tercer
país en América que produce el 3.4% en millones de barriles por
día a nivel mundial de 2011 a 2017, porque nosotros, afirman
nuestros gobernantes en turno, no sabemos administrar nuestra
riqueza, defender el petróleo ni “el peso como un perro”.
Esto aconteció hace un siglo, pero el sentido de los versos de
nuestro vate vidente, Ramón López Velarde, es el mismo porque
nada ha cambiado:
Patria: tu superficie es el maíz,/ tus minas el
palacio del Rey de Oros,/ y tu cielo, las garzas en desliz/ y el relám-
pago verde de los loros./ El Niño Dios te escrituró un establo/ y los
veneros del petróleo el diablo./ Patria: tu mutilado territorio./
Como la sota moza, Patria mía,/ en piso de metal, vives al día,/ de
milagros, como la lotería
.
Para terminar, esto sucedió hace un siglo, pero los gobernan-
tes
,
incultos, que no aprenden del pasado, que desconocen la si-
tuación económica de su población y la historia de nuestro país,
porque nunca han tenido el privilegio de conocerla, de mirarla de
frente por temor, de caminar a su lado, ni de amarla con la pasión
de las entrañas, repiten hoy y repetirán mañana en otro país –los
últimos Presidentes huyeron de aquí– con la opulencia obtenida
por malbaratar el territorio, como hijos
de José Alfredo Jiménez,
la letra dramática de la misma canción.
Ellos, los de entonces y los de ahora, son los mismos, aunque
traigan el disfraz apolíneo del joven atlético. Ellos se alían, ¡se so-
meten, se venden a las compañías extranjeras!, denigran su origen
y nación porque son accesibles al deshonor, consiguen la riqueza
para toda su estirpe y repiten a los magnates de las compañías ex-
tranjeras:
Tómate este petróleo conmigo/ y en el último pacto me
besas/ esperemos que no haya testigos/ por si acaso me diera ver-
güenza
/ […]
Nada me han enseñado cien años/ siempre caigo en
los mismos errores/ otra vez a brindar con los gringos/ y a ganar
por los mismos dolores.
Revista_42.indb 43
10/11/14 12:27