udu en el wno de la
Igll'$~,
df$de IlUI or(,enes, por ludis·
tintu interpretaciones
docm~ticl$
y por lu crftius
y~
doctas
o popularu sobre su justificldón se-eul... Sin emb.rco nos
reffTinmOl o, mejor exprf$(ldo. enume..
remo~
simplemente
.I¡¡unol de los graves movimientos $e<:urios que durante la
Edad Media obliglron a
I~
Iglesia I actuar con enercia:
cát.·
ros, n lden5e$, albigenses, IOludos, be¡uinu, bocardos, pata·
ren!», lombardos,
~rnoldista~
y el ala izquierda de los funcis·
unOI (jOBquinitas).
Dur~nte l~
wgunda mitad del siglo XII surgió en la lLalia
pap. l un gran mo,imiento etico·relilioso de inspíración eVln·
léliu promovido por Gerardo d. Bono, disdpulo del cister·
cHmM Joaqu ín de la Flor, el autor d,
El
Erxlngelio
Eterno,
el
cu11 intento establecer. de acuerdo con 115 ideas de su maes·
tro, una nueva iglesia contemplativa, monacal, que hacía in·
necesaria la jerarquia ec1esiístlca, desde el papa al simple CUT"
d. mi5l! y 011• . El
Doctor
Seráfico,
S"n Buenaventur", ceneral
di 101 {l1Incisclnos, tuvo que actuar co n enertia y rapidez pa.
r. evitlTmalel! mayores y pudo savar d. la hoguera ,,1 ilumina·
do y allresivo monje Gerardo.
A la &bd Media pertenecen también otras crisis menos es·
píritu.les; pero mas complicadamente econo micas y pOlíti–
cu: lu luchas entre el Pontificado y el Imperio o Guerra de
las
lnvestidu'a~
ron todo y "la humiHación de Cano$<!"
(1077); el Cisma de Oriente de 1054 y 1282 (no resuelto has–
ta
ahora); el llamado Gran Cisma de Occidente (1378-1417)
durante el cual la Cristiandlld europea
:le
dio en cierto mo–
mento el dudoso y torpe lujo de contar con trl'$ papas (Urba–
no VI en Roma, Clemento VII en Aviñon y Benedicto XIII
(el "antiplpa Pedro de Luna") en Peñilcola, España.
JOMi Gaos hizo notar alguna
v~
que en epocas críticas y
disolventes de 11 Cristiandad c.tólica los teólogos-filósofos
britano' han aportado sus luce$ disolulOras (no resolutorias)
al lrave problema de la desunión. Por ejemplo los tres (amo_
SOl fr. ncl5C.nos y oxfordianos, ROIlerio BlIcon, Duns Escoto
y Guillermo Occam. pertenecientes los dos
primeTO~
al silllo
XI II (1214-1224 Y1266-1308 respectivamente) y el tercero
al siglo XIV {1300·1349}.
Desde antaño fue peeuliar de 105 filosofos ingleses y como
parece se¡uir siéndolo hasta nUl'$tros días, subordinar como
146
convencidos fieles nominalistas lo ideal a lo real, la esencia a
1" existencia; es .....bH, la abstracción a la rosa
(univeNDlitl
..mI nomina:
universttlitJ
post
rem), lo cual agravó la tenden–
cia « ntrifuga que
la
iglesil intentó por "quel tiempO detener
por obra y ¡:racia del
Doclor
AnllfÍ{¡CO, quien comenzó a escri–
bir su
Sumllla
en 1267 y la terminó seis años rll'$pues, uno an–
tes de 5U muerte.
L~ ~parJCion
entre teología y filosofía, en·
tre la verd ad de la fe'j la verdad filOsOfica, que podía condu·
cir a una total racionalizadon do la fe o a una negacion de to o
da razón, postulada por los nominalistas, encontro en Santo
Tomas una menos violent. solucio n al otorllar a cada una de
las esferas una c>eTta aulonomía en cada campo; lo que no
quiere decir o no implica la posibilidad de una ulterior con–
tradicción de ambas verdades. Este esencialismo escolástico
(univerStJ/io
sunt
relllio;
univeND/ia
ante
rem),
que sería mejor
llamar re"lismo (Jos universales $On COAS: res) fue dicho se.
sin meternos en complicaciones 16gicas, ontológicas y teológi–
CI~,
el aceptado por la Igll'$j;, de 1, Baja Edad Media.
La
yer–
dad fue consideuda, desde el punto de vist. e..,0\';5tico, co–
mo la adecuacion
(conoordi~
o conveniencia) del intelecto y
de la cosa
(adc.tqualio
¡"Ielleclus et rei). Elloordaje teológi.
co no se hace como en el caso de los nominalistas pOr el lado
mistico, amoroso 5ensitivo (priÍctico) sino por el lado especu–
Intivo ('azon); porque Dios, de acuerdo con este realismo
esenciR lista es comprendido racionalmente: ¡"Ielligo
ul ere_
dam
(e ntiendo para
cr~r)
y no anteponiendo la fe a la razón;
credo
",
intel/ilom
(creo
par~
entenderl.
L. escolástIca toológica prerreformista de Juan Wiclef
(1324-J 384), de Juan lIuss (1369-1415) y de Jeronimo de
Pralla (1380-1416) sigue la via del escotismo y occammismo
puesto que pan ellos Dios en esen(Í.lmenle voluntad e in·
cluso voluntad arbitraria. Por lo mismo que Dios es voluntad,
el fundamento de la naturalen humana no
est~
E'n la razón,
sino en la voluntad, en lo que hacemos, No importa, pOr con–
siguiente, lo que pensamos, sino lo que realizamos; de aqui
que las cosas no son buenas sino porque Dios decide que
Kan buenas de acuerdo con su propio 1ITbitrio, una idea que
después en-:ontrad Lutero por su propio esfuerzo.
La Iglesia catolica en Inglaterra
cst~ba
aquejada de los mis–
mos males que debilitaban a la del resto del continente y
1...,137,138,139,140,141,142,143,144,145,146 148,149,150,151,152,153,154,155,156,157,...292