Esas mujeres yesos hombres concibieron al mundo
y
la vida, estructurada
y
organizada en forma
dual o por dualidades. Se les presentó el dla
y
la noche, Jo dulce
y
lo amargo, sequedad
y
humedad,
fria y caliente; en fin, vida y muerte dentro de muchas otras dualidades, de tal manera organizadas
que les ofreció una visión de diversidad
y
unidad en movimiento.
Por esta visión, mujeres y hombres alcanzaron conocimientos en diversas materias al mismo tiempo
que crearon el método de la observación
sistem~tica,
y recuperaron las experiencias resumidas en la
sabidurla de [os prudentes.
La observación sistemática
El método de la observación sistemática, apoyado en la creencia de la dualidad y en su dualismo,
consiste en observar el ser de estudio: una planta, un animal, los comportamientos de la vida, la
manifestación de una enfermedad
y
más: de aqul se pasa a confrontar, mediante actos, si las
características observadas son exactas, o si aún no se puede llegar a concluir: por lo cual se regresa
a una nueva observación
y
de nueva cuenta se confronta Jo caracterizado con su contraparte. Si fuera
comprobada la certeza de los resultados, la eficacia de la interpretación del fenómeno es comprobada,
entonces el resultado se convierte en un conocimiento
Este conocimiento puede pasar a formar parte de la tradición , siempre y cuando sea aceptado por la
voluntad
y
que funcione a pesar de las nuevas circunstancias, que en su cuestionamiento alcance el
consenso, y su eficacia esté probada durante siglos. No obstante cuando un conocimiento alcanza la
temporalidad se integra junto con otros hechos a la historia.
La dualidad
y
sus estados
Toda visión dualista del mundo
y
la vida, que se expone aquí de manera esquemática, fue puesta en
práctica por las mujeres y los hombres en otra esfera del conocimiento: la vida.
Con acuerdo a lo anterior, la dualidad está constituida por dos elementos opuestos de la misma
especie: el movimiento contradictorio de ellos produce dos estados: uno de violencia y otro de
arman la.
Tanto el primer estado como el segundo cruzan etapas y periodos. En el primero, el de violencia, las
calidades
y
cantidades de la dualidad chocan en arrebato, luego se van compenetrando,
~acomodando~,
por lo cual la violencia se va desvaneciendo hasta terminar y así principia su opuesto:
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