Una nación étnicamente plural exige la anulación
y
la supresión de toda estructura de poder que
implique la dominación de cualquier grupo sobre los demás.
México sería un país en el que todas las potencialidades culturales existentes deben tener la
oportunidad de desarrollarse
y
probar su vigencia, es decir, un país con un mayor numero de
alternativas.
Seria necesario revisar a fondo la polftica educativa a fin de dejar en manos de las comunidades una
cantidad cada vez mayor de decisiones sobre los contenidos, los métodos,
y
en general, la
organización
y
el funcionamiento del sistema escolar.
En este sentido, a pesar del respaldo del Articulo 3° Constitucional que regula la educación de los
mexicanos
y
dentro de La Ley General de Educación que en su Artículo 38° señala:
~ La
educación básica, en sus tres niveles, tendrá las adaptaciones requeridas para responder a las
caracteristicas lingüísticas
y
culturales de cada uno de los diversos grupos indígenas del país.. .", no se
ha creado un proyecto educativo de nación pluricultural que facilite la conformación de un nuevo pars,
capaz de reconocer y respetar sus distintos componentes sociales en un todo diverso, por tanto, no
existe un ·marco jurldico coherente con la realidad multiétnica, permitiendo el avance del proyecto de
homogeneización lingUrstica y cultural, por tanto, del pensamiento "occidental".
Es un hecho, por muchos conocido de antaño. la demanda de los pueblos indios de una educación
bilingüe-bicultural para apropiarse plenamente de sus conocimientos milenarios, de su cultura,
desarrollarla, recrearla, para conocer
y
asimilar otras culturas, para hacer suyo el conocimiento
cientffico, tecnológico
y
filosófico creado por otras sociedades, sin renunciar a sus bases culturales,
sin enajenarlas, sin perder ni ser despojados de su identidad cultural, actos que han perjudicado el
desarrollo Integro de diferentes grupos culturales del mundo. Es necesaria su capacitación para que
participen , según sus decisiones, en el escenario económico nacional e internacional.
Para alcanzar la meta de que la diversidad tenga cauces
y
pueda expresarse
y
florecer es necesario
transformar nuestras actuales normas de convivencia
y,
por lo tanto, nuestros valores y la forma en
que hemos aprendido a ver e interpretar la realidad. Los cambios económicos y politicos son urgentes
e indispensables, pero no suficientes.
Esto implicará un diálogo entre iguales en unos aspectos
'i
diferentes en otros, para planear juntos un
proyecto de pueblos como nación, expresados en una nueva constitución. Nuestra unidad nacional
78