Uso
de la energía e impacto ambiental en México
México. En total, considerando la instalación de
aerogeneradores en Quintana Roo e Hidalgo, la
capacidad de energía eólica instalada en México
es de 1.6 MW, con lo cual ocupa el lugar 13 en el
mundo
y
ell1 en capacidad instalada, conectada
a la red
(HE,
1994). Sin embargo, a pesar de la
promisoria perspectiva que tiene la energía eóli·
ca en México, se ha aprovechado tan sólo una
pequeña fracción de su enorme potencial. Esto se
debe principalmente a la falta de volwl tad polí·
tica para impulsar su desa rrollo.
Los 11 600 kilómetros de litorales, 3 mmones
de
km
2
de aguas terri toriales y más de 130 lagu·
nas costeras mayores de 15000 km
2
de superficie,
hacen que México sea un país con un potencial
extraordinario para el aprovechamiento de la
energía oceárúca (la energía que se obtiene a
partir de las olas, las mareas y el grad iente térmi·
col. La energía que se puede aprovechar a partir
del movimiento de las olas en las regiones coste·
ras de México es de 445 TeraWatts·hora /año
(1 TeraWatt
=
1 x 1 012 Watts)
(WRl,
1980). Méxi–
co tiene también un enorme potencial hidroeléc·
trico, del cual sólo se ha explotado 20%(Viqueira,
1988). La energía hidráulica, a partir del aprove·
chamiento de la energía cinética del agua en
movimiento, es también una fuente alternativa
renovable que se obtiene por la acción indirecta
del Sol, sobre todo a través del ciclo del agua. La
gran cantidad de caudales que forman riachue·
los y cascadas en áreas montañosas con grandes
pendientes (o incluso ligeras) que se localizan en
diversas regiones en México, pueden aprove–
charse para impulsar hlrbinas y generar energía
eléctrica. La Comisión Nacional para el Ahorro
de Energía (Conae) ha identificado 100 lugares
en los que podrían instalarse centrales microhi·
dráulicas con una capacidad efecti va media
anual de 400 MW Ycon un potencial total de
generación de 3 572 GWh anuales (SE, 1998), que
podrían ser utilizados como autoabastecimiento
para servicios municipales. Utilizando este tipo
de energía microhidráulica se podría ofrecer
electricidad a múltiples comunidades que en la
actualidad no tienen acceso a ella. Esconverúente
señalar que en el territorio nacional, sobre todo
en comunidades rurales remotas o dispersas de
menos de 500 habitantes, son 5 millones de per-
sonas las que no tienen acceso a la energía eléc·
trica convencional (eFE, 1991).
La
bioenergía o biomasa, que es la materia
orgánica formada por los diversos tipos de vege·
tación
y
desechos orgárúcos, se obtiene también
a partir de la captación de la energía solar en las
plantas. Éstas, por medio de la fotosíntesis trans·
forman el CO
2
y el agua del subsuelo en oxígeno
y carbohidratos, que a su vez se pueden utilizar
para producir energía. En México, alrededor de
15 millones de personas, principalmente en el
medio rural, consumen anualmente más de 20
millones de toneladas de leña (sEMIr, 1988). Du·
rante 19971a biomasa representó 6.6% del consu·
mo fina l de energía en toda la nación (SE, 1998).
Sin embargo, la quema de leña y otros productos
orgánicos de desecho provoca serios problemas
ambientales, tales como una acelerada
deforesta~
ción, la emisión de gases de invernadero
y
la
reducción de tasas adecuadas de oxígeno. Por
lo tanto, los usos actuales de la leña y otros pro·
duetos similares para satisfacer necesidades de
cocción de alimentos, calentamiento de agua y
calefacción del aire en viviendas, deberían susti·
tuirse por métodos, ya sean biológicos o termo·
químicos (por ejemplo, por medio de digestores,
aeróbicos o anaeróbicos), que no afecten el medio
ambien te. Desde esta perspectiva, la separación
de desperdicios
y
el reciclaje son medidas esen·
ciales para tener un enfoque integral
y
sustentable
en la obtención de energía a partir del aprovecha·
miento de la materia orgánica. Actualmente, el
Departamento del Distrito Federal
(OOF)
realiza
trabajos para el aprovechamiento del biogas ge·
nerado en el relleno sanitario de Santa Catarina,
del que se espera tener una capacidad aprove·
chable de entre 4
y
6 MW
(SE,
1998). En conside–
ración a lo antes expuesto es evidente que por su
gran diversidad y cantidad de recursos nahIra–
les, el potencial de la biomasa en México es con·
siderable, y su aprovechamiento es lUla promi·
soria alternativa para reducir el consumo de
energía y el deterioro ambiental.
Datos recientes (SE, 1998) revelan que en 1996
la energía generada por fuentes alternativas re·
novables en México totalizó 1.2 PetaJoules (1 Pe–
taJoule
=
1 x 10
15
Joules), cantidad superior en
10.3% a la del año anterior (1996). Por medio del
35
1...,26,27,28,29,30,31,32,33,34,35 37,38,39,40,41,42,43,44,45,46,...158