de vivienda en arrendamicnm. De los casos previs–
tos, los aplicables al programa R H P son los siguien–
tes:
Porcentajes de incremento autorizabtes
(l)Desarrollos habitacionalcs menores dc 150
viviendas.. .
+ 25%
(2)Desarrollos habitacionalcs ubicados a 200
metros del lugar de trabajo de los beneficiarios. . .
+ 15%
(3)DesarroIlos habitacionales que se ubiquen a
una distancia igual o menor de 400 metros del siste–
ma de transporte colectivo Metro...
+ 15 %
Tomando en cuenta los ineremenuis por los
conceptos ( ! ) y (3), el porcentaje dc predios cons–
truidos por RHP que tienen un número de vivien–
das igual o inferior al permitido pasa de 5% a 25%
(Cuadro Nií 3,34). En caso de admitir que la pobla
ción beneficiaria vive cerca de su lugar dc trabajo,
el porcentaje de predios "dentro de las normas" su–
be a 30%.
El hecho de que el 70% de los cuarenta pre–
dios de la muestra esté "fuera de reglamento", pro–
voca varias reflexiones. Primero, parece no interve–
nir - como se podría pensar - el tamaño de los pre–
dios, dado que los predios que cumplen con las
normas tienen superficies que van desde H4 m ha.sla
S17 m. En segundo término, y m.is importante, en
el 80% de los casos, el número dc viviendas permi–
tidas es inferior al número dc viviendas que existían
en el predio con anterioridad a la intervenciéin dc
RHP ' . A.sf, de aplicarse las normas, en 80% dc los
predios se hubiese tenido que disminuir el número
de viviendas, dejando fuera del programa un núme–
ro importante dc familias.
El análisis anterior debe ser ampliado a nivel
de todos los predios del programa con el fin ile
convalidar el diagnóstico. De confirmarse nuestra
evaluación, se tendría que cuestionar las normas,
pues su eventual aplicación haría muy problemáti–
cas, y soeialmente conflietivas, futuras acciones de
renovación habitacional en la Ciudad Central,
1.
Véase runnoty (1^(47) para una discusión más amplia
solíre la cuanlifiración de los daíios habiiaeionales causados por
tus SlSItlOS-
2. En ta Memoria dc ta Reeimslrucción (Klll' i m tS)Sa
cifra st reduce a 4,3i2.
3. Según la Memoria de
la
Reronalmcciön (RHP, 1988),
tos crilerios para la selección de los predios a expropiare fue–
ron: predios cofi vivienda plurifamiliar en mal estado con: a )
evidencia de daiVos por el sismo, b ) alias niveles de deterioro; c)
ausencia de servicios o uso comunal de los mismos
y
d ) bajo
régimen de atrendamienlo.
4.
Coa
eKCcpcitóf)
de las zonas 1] y 12, las cuales por el
poco impacto det Pmgrama, no son representadas por ningún
"Iren íestieo" véase el anexo meiodotcägjco-
S Tara
calificar
las consirucciünes sejtún su estado físico,
li}K ehiudtos cnnNutladi»,
ulili
/jn tres calcj^iirfas: "ituen PJ¿lado^
t
'Alailo
ttegular' L-uundo el edificio requlcfc reliabiljtacirin
y
"Mal l'ílailii" cuando tas dilefcnoiii curuiluniles rtgislradas
hacen ncccwicsa
su rcomslruccirin-
h.
Conviene aquí seftalar un prütikma dc mélddíi: en las
áreas lesligo "ti" (Tepilo) y "C" (Metccd-Tomallán), los dalos
^obrc el eslado físico de las viviendas se derivan de esludios
realizados anles dc loa sismos de 1985, y posteriúrmenle a éstos
en tas colonias Guerrero (área lesligo •A") y Doctores (área
tesligo 'C').
7. En los resultados finales del programa, la dosificación
dc los lipos de programa favorece aún más la construcción nue-
t
-a:
el 87% dc las acciones son dc "reconslnicciön, conslnicción
nueva y vivienda prefabricada, contra el 12% de rehabilitación y
1%
de repartición menor R H P (1988) p. 110.
8. 16,000 con financiamienlo púbiico y 8,000
con
financia-
micnlG
ptivado dc organizaciones no gubemamcnlatcs (Cniz
Roja, C l - M A O . c l r . )
'J
"Vivienda, dtcisiotics in,slilwcionatcs, programa ]987',
punto
18 'ltcgcneraci«'>n Urt>ana y Mejíiramicnlo dc Vivienda',
,Si:nUi:
(fcbícradi l'fflT)
10.
'llco
'an:
a
ver si
con
cslo logramos
lo
que no hemos
podido hasla ahora' (linirevista
con
el Lic.A . ].amct(n).
11. 'hncuesta sotare ta dinámica det alquiler de vivienda en
ia Ciudad de México'. Nov. 1985, Universidad Aulónoina Me–
tropolitana. I/lapatapa, (Folocopiado).
12. N o así para oficinas, cuya demanda se incrementó en
Lal forma que tos prt^cuis dc alquiler llegaron a fijarse hasla por
subasta.