hurgo, dicha valorización suele ir aconi|iahad.( por
un cambio en los u.sos del suelo (dc vivienda a usos
no habitacionales) o, por lo menos, en los niveles
socio económicos dc la población "bcncriciada" poi
la renovación habitacional. En el caso del programa
RHP, no existe por cl momento ningún canibin dc
este tipo. Por el contrario, cl programa tiene como
objetivos renovar y consolidar el uso habitaeional
dc un área importante dentro de la Ciudad (."entral,
así como asegurar ta permanencia dc la población
residente de bajos recursos.
De cumplirse dichos objetivos, cs poco prob–
able que el programa RHP tenga efectos de valori–
zación del espacio central, desencadenando, como
algunos temen, procesos especulativos de impor–
tancia, que tuvieran como consecuencia la expul–
sión dc la población dc bajos ingresos residente en
la 7.E .
.?. ÍNíi/cf.v
<'t( Ihrnii tí ítj
Ntinnüín-ífhd
Un as|x-cto importante en la evaluación del
programa de RflP es cl relativo a las
n o r m a s
de
di
.sciÍL'
establecidas por cl propio organismo. En
efecto, las más dc 40,0UI) acciones llevadas a cabo
por RHP constituyen, sin lugar a duda, un
b u e n
campo de verificación del grado de adecuación
d e
las normas generales dc plancición urbana del Dis–
trito Federal, al contexto cspeeílico dc la Ciudad
Central.
En cada delegación, los Programas Parciales
dc Desarrollo Urbano delimitan ó tipos dc zonas,
en función de l.i di'.nsidad
crmilidií y
de la existencia o no ile usos mijtios:
/.ona 112; habitacional, hasta 2(K1 liab./li.i. (lote
tipo 2.S() m)
Zona 1-14: habitacional, ha.sta 400 hab./ha. (lote
tipo
\25
m)
Zona H8: habitacional, hasta 800 habj'ha. (lote
tipo plurifamiliar)
Zona H4S: habitacionat./scrvicios, hasta 4IHI
hab./ha-
Zona H4l:hab¡lacional/indu.slria mc/cla(.i:i, h
:LS
ta 4(KI hab./ha.
Zona I l41S:h.ibil:(eional/indusii la nic/cl.ula/scr-
vicios, hasta -lUl liab./ll.i.
Paia e.id.i /oii;i, se i-slabiece iiii.i lorinula in.itó,
ni:itica pai.i calcul.ir cl número iii.ixinio de vivicii
lias permiliiL'is pin predio, i-n
IUIM
lóii de su .supci
llcie. Por eicmplo, para la /oii;i 114 (mayoritaria
demro de la ZE ) la fórmula es la sij^uientc;
№ dc viviendas =
Arca del terreno
0
,(mi25
X
Arca del te re no -i- 62.5
Hn el plano N" V7, st.- iiulic:i cómo se aplica
^eográfic:iinL lile esta norm:ilivielail a Li ZE. Si ex-
eepluámos las áre.is con usos no habitaeiiinale.s, la
ilistribucióli de Í:is ilensidadcs perinilidas cs la si-
guieiile:
-Zona 112: hasl.i 200 hab/ha : 10.1 %
-Zona 114: hasta
Ш>
hab/ha : 75.3 %
-Zona 118: h.isla 8(10 liab/ha : I4.Ó %
Cas mayores densidades perniilidas se eiincen-
Iran en las colonias fiuerrero, Doctores, Jardín
Malbuena v el conjunto Nonoaleo-Tlalelolco.
No
SI
ilispoiie de l.i iriloiniiii.ion .siilicienle p:t-
1,1
meilii el ^lailo de eon^rueiici.i de esta iioiinas
ei>ii las tleiisidaiies ile vivienda poi jiredio que está
generando el prii|;ram.i R i i i ' .i nivel del conjunto
dc sus acciones; el análisis se limita a una muestra
dc cuarenta casos, 10 por área testigo (C'uadro N**
,3.34). La primera constalaeión es que solamente en
dos predios cl número de viviendas cs igual o infe–
rior al número máximo permitido.
Lo anterior hace pensar que las densidades
máximas peimilidas son demasiadas bajas. Sin em–
bargo, los mismos programas de desarrollo urbano
prevúli una .serie dc ni>rmas complementarias que
|iosibil¡lan iiierement;ir la densidad habitacional, en
el caso di-
e viviendas de interés .social o
1...,64,65,66,67,68,69,70,71,72,73 75,76,77,78,79,80,81,82,83,84,...470