El programa de RHP y el deterioro habitacional
Varios comentarios en torno al programa RHP
dejan entender que se trata de iin programa dc re–
habilitación o dc reconstrucción dc las viejas vecin
dadcs deterioradas del centro de la eiudad. Pues
bien, en realidad la "vecindad" no es cl tipo dc vi–
vienda dominante en la ZE. Ni siquiera lo es en las
cuatro "áreas-testigo", donde la vivienda mayoritaria
corresponde a edificios de departamentos (Cuadro
No. 3.21), con excepción de la colonia Tepito-Mo-
relos. A pesar de ello, la expropiación y por ende cl
programa RHP, incidieron mucho más sobre las ve–
cindades que sobre los edificios dc departamentos:
se expropió cl 41% de las primeras, y sólo el 211%
dc las construcciones departamentales.
Se podría pensar que esto se debe al mayor
grado dc deterioro presentado por las vecindades, y
que por ello .su expropiaron en mayor medida. Sin
embargo no lue así, los edificios de dcpartamcntívs
"en mal estado" fueron expropiados en mayor medi–
da que en el caso de vecindades tamhiÉn en "mal
estallo" Cuadro N"
^21). i,
t omo explicar rpie, a
pesar dc ello, las vecirid,i<les hayan sido expropia
das en mayor medida
Pensamos que, en parte, es porque muchas ve–
cindades no fueron incorporadas a k>.s decretos ex–
propiatorios a causa de su mal estado, sino porque
simplemente se trataba dc vecindades, inde–
pendientemente de su estado lísisco. Varios técni–
cos, en su diclamen del estado fisico de las vecinda–
des, tuvieron tendencia a asimilar vecindad con de–
terioro y a proponer su expropiación para que sea
reconstruidas, mientras otros colegas la habían cla–
sificadas en estudios anteriores como en "regular
estado".
Sin embargo, esto nti explica porqué muchas
vecindades en mal estado no fueron incluidas den–
tro dc los decretos dc expropiación y porque un
porcentaje importante del dcliat por reposición de
vivienda ('vivienda en mal estado físico") no fue cu–
bierto por los decretos dc expropiación, y por lo
tanto, por cl mismo programa RHP (Cuadro No.
3.23)
Según las fuentes utilizadas en el presente estu–
dio, ó2% de las vecindades y 57% de los edificios
dc departamentos en "mal estado" no fueron aten-
dido.s. Si se considcia que los estudios utilizados
tienden a subestimar el grado de deterioro en las
cu.iiro "are.is testigo", entonces estos porcentajes
resultarían todavía mayores. En lodo caso, el núme–
ro de viviendas en mal estado en las cuatro "áreas
testigo" que no fueron atendidas por el programa
RHP es del orden de 7,000 : 4,000 en vecindades y
3,000 en edificios de departamentos.
Cabe señalar que esta estimación para ias cua–
tro áreas-testigo no loma en cuenta los resultados
finales del programa RHP, ya que no se cuenta con
información relativa al estado original de las cons–
trucciones en todos los predios afectados. Los da–
tos anteriores, sin embargo, son suficientes para
plantear a continuación la cuestión de los déficits
que subsisten y, más ampliamente, del futuro de la
problemática habitacional en el Centro de la Ciu–
dad.
3.3 Las implicaciones del Pm^ama para et problema
habitacional en la Ciudad Central: el corto y
mediano Plazo.
IJI movili/jición popular <IV!<6 u 19X7)
Dos días después del primer decreto de expro–
piación del 11 dc octubre de 1485, un representante
de la Unión dc Vecinos de la Colonia Guerrero de–
claró que cl 50% de los inmuebles que requerían
demolición o reparaciones mayores en dicha colo–
nia no había sido incluido en el decreto. Con la dc-
sincorporación de más de 1,200 predios en el se–
gundo decreto, aumentó la inconformidad de las
organizaciones dc damnificados. El 6 de noviembre
dc 1985, en el "Foro sobre los efectos sociales dc
los sismos" (INAH, 1986), participaron organizacio–
nes dc unos veinte barrios y colonias; se denunció
el carácter selectivo de la expropiación y su inade–
cuación frente a la magnitud de los daños provoca–
dos por los sismos.
Por parte del Comité de lucha inquilinaria
del Centro y de la Unión dc la Colonia Centro (hoy
Nueva Tcnochiitlán), se reclamó que en el barrio
del Carmen, solamente 3 vecindades fueron expro–
piadas dc las 38 dañadas. El Frente Unico de Colo–
nos de la Colonia Emiho Carranza, denunció la ex–
istencia de otras 46 vecindades con las mismas con–
diciones que las 30 expropiadas. Por su parle ¡a
Unión Popular Valle Gómez señaló que 90% de las
300 vecindades habían sido severamente dañadas y
solamente 1.37 fueron expropiadas. Por último, la
Unión dc Colonos Asturias denunció que dc los 30
1...,57,58,59,60,61,62,63,64,65,66 68,69,70,71,72,73,74,75,76,77,...470